CAPÍTULO 35

184 20 1
                                    

LOS REYES MÁS FUERTES QUE NUNCA.

Avalon

A Will le dieron el alta hace unos días, y tan pronto la gente se enteró de eso, empezó a exigir una fiesta por todo lo alto para celebrarlo, para celebrar que la corona no cojea, aunque eran excusas para organizar nuevas fiestas.

Es decir, que vuelve mi función de anfitriona y organizadora de eventos.

Sonrisas falsas, mucha gente que no cocones y mucha compostura fingida. Una máscara muy entrenada.

Va a sonar raro que yo diga esto, pero creo que prefiero reuniones políticas a ser una falsa y escuchar críticas cuchicheadas y no saltar en respuesta.

«¿Quién eres y que has hecho con Avalon?». Pues eso quiero saber yo también.

Madurar, supongo.

O saber lo que contenía el sobre secreto de Henry también podría influir. Aún no se lo he contado a Will, estoy esperando el mejor momento para contárselo, pero desde que ha puesto un pie en casa no ha tenido un momento para respirar.

Hoy no es ese día, que acabamos de despedir a los últimos invitados de la dichosa fiesta de bienvenida. Estamos sentados en los sillones que hacen de "tronos" porque son las únicas sillas en todo este salón decorado. A nuestros píes también estaban mis amigas, pero se han ido yendo poco a poco a descansar y nos hemos quedado él y yo solos, pues nuestra madre también se ha ido y Jasper está haciendo la ronda por el palacio antes de irse a dormir ya que él sigue curándose del moratón en la cara y no quería aparecer así en la fiesta como mi pareja oficial después de dejarlo caer con aquellas fotos en el restaurante.

—¿Cansado hermanito?

—Empastillado, más bien, porque de lo contrario no habría aguantado tantas horas de pie— se ríe sosteniendo su cara con la mano—. Y sin beber nada, eso sí que es una tortura.

—Se entera tu médico de que mezclas los fuertes analgésicos con alcohol y nos lleva a los dos a la tumba. Tú por beber y yo por servirte la copa.

—Siempre cómplices —los dos nos reímos porque es verdad, siempre somo el cómplice del otro—. Supongo que estarás feliz de que ya no tienes que gestionar mi parte del trabajo.

Que niegue le sorprende, ya que no le he contado nada de mi sustitución en todo el tiempo que ha estado en el hospital. Él solo sabe los informes que se emitían.

—Ciertamente me he hecho a eso. Obvio que no lo echaré mucho de menos, pero sí te diría que nos repartiésemos eso. Tú por ejemplo el parlamento y yo la cámara de los lores o intercambiando. Solo organizar fiestas me aburre.

—Te quitaría tiempo para pintar —rebate.

—Así los ratos que esté en el taller serán más efectivos y productivos.

De hecho, ya tengo una lista de espera mental de ideas y de experimentos con texturas y técnicas artísticas esperando a ser plasmadas.

—Oye, ¿y eso de que ahora soy tío de forma temporal? Un bebé precioso, por cierto.

Me río de Will en el buen sentido. Se ha perdido muchas cosas que han pasado en un corto periodo de tiempo y lo está procesando todo muy rápido.

—Eso es una larga historia que se resume en que es el bebé que mi amiga Pandora, mi musa, no sé si la recuerdas, va a adoptar. Pero, como hay una serie de situaciones de riesgo en su vida, nos pidió el favor de que Jasper y yo nos hiciéramos cargo de él hasta que su vida se solucione.

—Y cuidar al niño te ha activado el instinto materno —deduce.

—Como no sabes cuánto, pero tú y yo sabemos que esa puerta la he cerrado con llave hace unos pocos años.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DINASTÍA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora