La chica popular ya no podía reprobar materias porque su permanencia en la universidad peligraba y sus padres no querían tenerla de vuelta en casa, era el caos andante: peleas callejeras, fiestas sin control y amigos extranjeros que solo la buscaban...
Becky y Freen han estado compartiendo mensajes subidos de tono y aunque nunca están conectadas a la misma hora la reacción sigue siendo intensa y satisfactoria para ambas, se extrañan un poco más que antes y eso lo hace evidente Rebecca con la cantidad de mensajes que le envía a su novia después de salir de clases.
El medicamento la ha hecho sentir muy tranquila, desde hace varios años que no se sentía tan tranquila, incluso Erin estaba sorprendida de que la chica estuviera mejorando sus hábitos de sueño y actividad física, la menor le ayudaba a Becky a llevar en orden sus pendientes académicos y la ayudaba con las tareas del apartamento cuando salía temprano de clases; en la facultad de psicología las cosas también se habían puesto un tanto ajetreadas pero irse ahora de la habitación de Becky sería un poco complicado porque ya había prestado su habitación a unos chicos de primer semestre.
-Hoy iré a surtir el refrigerador y también traeré las cosas para la pijamada ¿necesitamos algo en especial?
Erin entró a la habitación de Rebecca y la encontró acostada, decidió hablar en voz un poco más baja para no perturbarla, conocía a su amiga en otro estado de humor y no era muy lindo
-Trae muchas golosinas, invitaré a dos chicas más- Becky recordó que era viernes y se sentó rápidamente en la cama
-Becky...
-Ya había quedado con ellas así que tengo que hacerlo
-Bien, Rebecca solamente no metas personas extrañas
-Ya no soy así Erin, ya cambié
-Porque la niña se enamoró- Becky le lanzó una almohada a su mejor amiga
-Tan linda que se ve enamorada- Erin salió bailando de su habitación
Becky se tiró de nuevo en la cama al escuchar como la puerta del departamento se cerraba. Suspiró y tomó su celular que descansaba en la mesa de noche, en su pantalla ya estaba la hora de Sacramento para que pudiera tener noción de que hora era para Freen
Decidió enviarle un mensaje aunque fuera la una de la mañana del otro lado del mundo. En sus mensajes observó que Freen había enviado una foto, las que su maestra había enviado en días anteriores no habían sido tan provocativas sino que le mostraban como estaba.
Con una sonrisa Rebecca decidió entrar al chat y al momento de ver la pantalla de su celular lo lanzó hacia un lado
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-¡Mierda!
Sarocha se veía tan malditamente deliciosa, la extrañaba demasiado. Nadie le creería si la vieran en ese estado, Becky era de las chicas que podía ligarse a cualquier persona con una sola mirada y era muy difícil hacerla sonrojar y sin embargo, estaba allí tapándose el rostro con sus sábanas, respirando con dificultad y mordiendo su lengua para no decir nada incoherente
