Un simple abrazo - Cap. 8

41 2 6
                                    

  Caminaba por el pasillo de la escuela ignorando a aquel o aquella que se cruzara en su camino. Todos lo miran extrañandos, hasta que choca con alguien cayendo directo hacia el suelo y todos empiezan a reírse de él.

- Lo siento tanto - Un joven castaño tiende su brazo pidiendo disculpas - Soy muy torpe y distraído.

- No te preocupes, yo también - Sujetó su mano y se levantó.

- ¿Estás bien? - Volvió a hablar preocupado.

- Sí, no te preocupes, estoy bien. ¿Tú estás bien? - Preguntó un chico morocho.

- Sí. Soy...

- Se quien eres - Interrumpió de forma divertida mientras reía al ver la cara de sorpresa del otro - Eh oído hablar de ti... supongo que no eres muy querido aquí.

- Sí, yo... sufro de bullying - Susurró.

- No te preocupes, no te haré nada. Soy Robin Arellano.

- Finney Blake.

- Me gusta tu nombre, es muy lindo - El menor se sonrojó al escuchar el halago.

- Gracias, tu nombre también me gusta mucho.

- Gracias - Sonrieron.

(...)

  Ya habían pasado unas semanas y Vance y Robin ya se habían conocido lo suficiente, y podría decirse que no tenían mucho en común. Ahora mismo se habían juntado los cuatro chicos en una plaza. Robin estaba sentado en una silla y Finney a su lado hablándole de algo.

- ¿Me estás escuchando? - Preguntaba el castaño mientras miraba a su novio.

- Claro, cariño.

- ¿Ah, sí? Porque no te se nota mucho.

- Sí te estoy escuchando. Solamente veo a los chicos - El menor giró su cabeza para ver a un rubio y un pelinegro a lo lejos que estaban peleando, parecían nenes chiquitos.

- Ah...

- ¿Recuerdas la vez que nos conocimos? - Preguntó Robin.

- Claro, ¿cómo olvidar ese momento? Recuerdo lo estúpido que fue chocarme contigo - Rio el castaño.

- Dijiste que eras muy torpe y distraído.

- Gracias por aclararlo.

- ¡Blake! - Gritó Vance acercándose a la pareja.

- ¿Qué pasó ahora?

- Quiero hacer algo... con vos - Reclamó. En serio parecía un nene chiquito.

- ¿Qué pasó con Bruce?

- ¡Eres un idiota! - Gritó Bruce acercándose al trío.

- ¡Tú también! - Le devolvió al pelinegro. Cuando Yamada se acercó miró a Vance y le sacó el dedo del medio mientras sacaba la lengua. Al rubio no le agradó esa conducta y reaccionó mal. Lo empujó y se empezaron a gritar. Finney se paró y detrás de él Robin.

- ¡Hey, hey! Chicos, no se peguen - Gritó Blake.

- Déjalos, que resuelvan sus propios problemas.

- No te preocupes, en un rato me tengo que ir - Aclaró Bruce - No quiero perder mis últimos minutos en arreglar las cosas con este inútil.

- ¿Disculpa? - El rubio frunció el seño.

- ¡Es la pura verdad!

- ¿Finney podemos pasar tiempo juntos? - Preguntó Vance quitando la mirada de enojo sobre Bruce para ver a Finn.

- ¿Qué? - Indignado, el moreno se acercó al rubio - YO iba a pasar el día con Finn, es mi novio.

- ¿Disculpen? Yo pensaba pasar el día con mi mejor amigo - Reclamó Bruce.

  Vance se acercó al castaño y lo abrazó posesivamente depositando su mandíbula por encima de su cabeza.

- ¿Estás bien, Van? - Le preguntó el menor a su amigo.

- Sí - Le sonrió al moreno.

- ¡Oye! - Lo empujó logrando que se separe de Finn.

- Chicos...

- No, Finn, mejor vayamos a otro lado - El azabache agarró su mano y lo quiso llevar a otro lado, pero automáticamente se vio arrastrado por otra persona, Robin - ¿Qué quieres?

- A MI novio.

- ¿¡Están locos!? - Vance se acercó a la pelea entre los dos chicos y agarró a Finney.

- ¡Suéltalo! - Gritó el moreno enojado.

  Empezaron a pegarse logrando que salga sangre de la nariz de los chicos.

- ¡Chicos! - No paraban. ¿Todo esto por un estúpido abrazo?

- ¡Hey! - Quizo detenerlos Finn. Seguían. Se puso en medio para tratar de separárlos llevándose un golpe él en la boca, soltando sangre, ¿quién de los dos había sido? Cuando divisó bien pudo ver al causante de su sangre. Había sido Robin, su novio, y se arrepintió instantáneamente de haberse metido, era un idiota.

- ¡Finn! - Bruce corrió hasta el chico preocupado.

  Arellano y Hopper no se habían dado cuenta de lo que había sucedido, solamente siguieron peleando.

  Pasaron unos minutos y un policía terminó separándolos.

- ¡Niños! ¡Paren! - Gritó el oficial.

  El mayor pudo ver a Yamada sosteniendo un papel manchado con rojo sobre el labio de su novio... era sangre... espera... ¡No! No podía ser... no lo pudo haber golpeado... no a él, ¿o sí?

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

  Palabras: 723.

  Este capítulo está corto, lo sé. Perdón.

Un romance complicado - RinneyWhere stories live. Discover now