♡Estrellas para Bee♡

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- Cada una de estas estrellas Bee brilla para iluminar el universo. Pero mi chispa brilla porque tú iluminas mi universo.

Era de noche y todos se encontraban en sus camaras de recargas, menos Optimus. Él paseaba por la nave esperando a que su bebé se durmiera.

Pero a medida que caminaba empezaba a perder el sueño y miraba las estrellas admirando lo hermosas que eran. Bumblebee estaba acurrucado en sus brazos y estaba profundamente dormido.

Tenia un rostro adorable, con las antenitas y sus pequeñas alas daban ganas de comerselo a besos. Ayudaba tambien que a él le encantaba sentir el amor de su familia, sobretodo el de su madre.

- Duerme tranquilo Bee. Estare aqui para ti cuidando tu vida con la mía. Eres mi chispa entera hijo mío, nunca lo olvides.

Acaricio su mejilla con la cabezita del abejorro con muchisimo amor y ternura. Sin imaginar que del otro lado del universo estaba El Señor de la Guerra sin poder consiliar un solo sueño desde hace mucho tiempo.

Su mente le gritaba que necesitaba a Optimus cerca de él. Abrazarlo, sentir su calor, tocarlo y tomarlo de mil maneras una y otra vez castigandolo por abandonarlo cuando su reinado estaba comenzando. Ver sus lágrimas recorer sus mejillas mientras gime y grita que se detenga.  Pero no lo haria, al contrario iria más rapido mirando como su cuerpo se retuerce de placer y quebrar, una vez más, su estricta moral.

- Habria sido increible que quedaras en cinta cuando aún estabamos en Cybertron.- apretó con rencor la pieza que tenia en sus garras doblandola con suma facilidad.- Demostrarles a los malditos Prime's que sí podias amar.

Si antes habia estado furioso con Optimus por alejarse de él ahora lo necesitaba más que nunca. Lo seguia amando, amaba cada centimetro del mech rojo y azul. Lo amaba con toda la fuerza y pasión de su chispa.
Tan solo pensar que alguien más ahora estaba en sus brazos le llenaba de cólera. Solo él tenia el privilegio de sentir su calor y probar sus labios.

Pero ahora compartia la chispa de su amado con su pequeña abejita. Sus labios llenos de amor besaban las mejillas y cabeza de su bebé.

Las estrellas unían sus destinos, sus vidas, sus chispas. Y veian el ascenso de una nueva oportunidad, de un pequeño ser que descansaba en los brazos de su madre, con el anhelo de un padre y un destino inevitable.

¡NO PUEDES SER MI PADRE! ¡NOOOO!

•°||Abejorro Bebé||•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora