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Seis años atrás

Mi vida siempre fue perfecta, asistí al mejor prescolar del país como también al mejor instituto, mis padres eran personas reconocidas y adineradas, lo que nos daba una calidad de vida alta y elegante, no nos faltaba nada material ni afectivo, porque a pesar de que ambos trabajaban casi todos los días de la semana, siempre estaban atentos a nosotros, asistían a todos nuestros momentos importantes tanto académicos como de ocio, obras de teatro y festivales, incluso jamás se habían perdido alguno de mis recitales o de los juegos de Izana

A mis quince años, me sentía la adolescente más feliz y afortunada del mundo, tenía todo lo que deseaba, amigos que creía incondicionales y un novio perfecto ante los ojos de todos, pero incluso las mejores personas tienen un lado oculto, y él no era la excepción

Takashi Mitsuya era conocido como el chico de oro, era amable, educado y muy responsable, a pesar de ser tres años mayor que yo, se había fijado en mí, lo cual me había hecho sentir afortunada, él era un caballero conmigo, y la relación que teníamos era increíble, al menos lo fue por un poco más de un año

Me encontraba en mi habitación, de pie frente al espejo que tenía en mi vestidor, observando cómo me quedaba el vestido que mi madre me había acompañado a comprar días anteriores para ese día en especial

Me veía como una princesa, el vestido rosado que tenía puesto era costoso y de un diseñador muy reconocido, a pesar de que se ajustaba a mis pechos inexistentes, desde la cintura hacia abajo era suelto, llegaba hasta mis rodillas y la tela a pesar de ser bastante esponjosa, era suave y muy linda al tacto

Había recogido mi cabello en un peinado muy bonito que incluso me hacía ver mucho más grande de lo que era al igual que lo hacia el maquillaje que mi madre me había enseñado a hacerme ya que jamás en todos mis años de vida, lo había hecho antes

Toqué mi cabello, el cual ahora estaba rubio e hice una mueca, no me gustaba, Mitsuya afirmaba que me quedaba bien e incluso él me había convencido de pintármelo y había aceptado por él, después de todo hacía de todo por él, me gustaba hacerlo feliz a pesar de que a veces no estaba del todo de acuerdo con lo que me pedía, porque a pesar de que al comienzo de nuestra relación él había sido un ángel, desde hacía unas semanas su actitud había comenzado a cambiar y no lo entendía

Pasé un dedo por la zona de debajo de mi ojo, acomodando el delineador que mi madre me había puesto, lo cual resaltaba el violeta de mis ojos y escuché como llamaban a la puerta principal

¡Gen, cariño!- el grito de mi madre me hizo quitar la mirada del espejo frente a mí- ¡Ya es hora!

Mordí mi labio nerviosa antes de dirigirme hacia la puerta de mi habitación, saliendo de ella para comenzar a bajar las escaleras, viendo a mis padres esperándome junto a la puerta con Mitsuya a su lado

Te ves hermosa, princesa- afirmó mi padre con una enorme sonrisa en sus labios

Incluso luces más grande- afirmó el chico de cabello y ojos lilas frente a mí, ofreciéndome su mano- ¿Estás lista? ¿Podemos irnos?

Si- tomé su mano sin dudarlo

Esperen, antes de irse déjenme sacarles una fotografía- pidió mi madre tomando una cámara de fotografía de la mesa junto a la puerta- vamos, pónganse más juntos- me acerqué más a Takashi que pasó su brazo por mi cintura al momento que mi madre nos fotografiaba- perfectos

La vi sonreír mientras miraba la costosa cámara en sus manos, mi madre se dedicaba a fotografiar eventos de celebridades y personas importantes, era una gran fotógrafa y amaba todo lo relacionado con ello, era algo que había heredado de ella

Photography | Ran Haitani | +18Where stories live. Discover now