Cap. 2

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Ya era muy de noche y Simón seguía en aquella taberna.

—Hey, ¿puedes... darme un vaso más?— preguntó el omega estirando su brazo mientras su cabeza descansaba en la barra de madera.

—Lo siento amigo, pero ya no tengo más aceitunas— dijo el dulce tabernero.

—No importa...— respondió cansadamente el omega —Simplemente dame otra... yo...— sin embargo, fue silenciado al sentir una mano en su hombro.

—Creo que eso ya es suficiente amigo— esa voz la conocía muy bien y es entonces que al voltear ligeramente, la imponente figura del Alfa guerrero lo ensombreció.

—Ah, Finn... Eres tú...— dijo cansadamente Simón mientras se incorporaba levemente de su asiento —¿Qué te trae por aquí?— preguntó mientras se tocaba la frente por un pequeño dolor punzante en la cabeza.

—De hecho, vine a saludar a mis sobrinos y a participar en una especie de "obra teatral"— respondió el alfa haciendo comillas con su mano, para luego sentarse al lado del omega —Aún así, es sorprendente verte aquí de nuevo, ¿sucedió algo?— preguntó el guerrero mientras el dulce tabernero le servía un vaso con agua —Gracias— dijo antes de beberla y mirar nuevamente al omega.

—No... No es nada— respondió Simón sin interés y con una semi-sonrisa —Es solo... cansancio laboral— finalizó antes de ver un vaso con agua frente a él.

—Esta va por mi cuenta— dijo Finn con una sonrisa —Así que dime la verdad o... ¿acaso quieres ir de aventura conmigo?— bromeó el alfa para que así su amigo omega hable de sus inquietudes.

Finn sabía perfectamente que Simón no la pasó muy bien en la última aventura que tuvieron ambos en el bosque mágico, es por ello que esperó su respuesta para así hablar del problema que tenía y así por fin poder ayudarlo.

—Finn, por favor, no me digas eso...— mencionó Simón no queriendo recordar el terror y dolor que vivió al enfrentarse a un gran oso —No es nada importante, es sólo que... los días calurosos me tienen fatigado— y aquel comentario también era verdad, es por eso que el guerrero suspiró y siguió en aquella mesa.

—Es... mnngh... ¿sigues pensando... en ese día?— preguntó calmadamente el guerrero.

Esto hizo reír levemente al viejo omega, pero más que el sonido de una risa, parecía un llamado o un lamento, no podía diferenciarlo muy bien.

—Algo...— respondió Simón tomando de su vaso con agua —Hay... veces... en dónde me preguntó, ¿qué pasaría si jamás hubiera salido de Golb?— esto alteró al alfa.

—¡No digas eso!— exclamó preocupado —Tu esposa Betty... quiso salvarte— dijo calmadamente Finn para no asustar a su amigo —Ella quiso salvarte, es sólo...— sin embargo, fue interrumpido.

—Ella, ya no está— el gemido lastimero que acompañó esas palabras, preocuparon mucho al héroe —Ella... no está...— mencionó con tristeza Simón.

Al ver al omega vulnerable, Finn se levantó sin decir nada de su asiento y comenzó a acercarse a este para luego cargarlo así como si fuera un niño.

—Hey, cerveza sucia— llamó Finn al dulce tabernero —Pon a mi cuenta todo lo que consumió Simón en esta noche— finalizó antes de retirarse con el omega.

—Como digas Finn— fue lo último que escuchó el alfa una vez que tocó la puerta del local y salió del lugar junto a su amigo.

Simón se sentía patético, estaba llorando en el hombro del héroe mientras lo tenía sujeto así como si fuera un bebé, él era el adulto no Finn, no obstante, no pudo alejarse por el aroma tranquilizante que desprendía el alfa.

Mundo Apocalíptico (Omegaverse)Where stories live. Discover now