🦁El celo de la luna Capitulo 4🦁

1.7K 226 64
                                    

Ya estaban solos, no habia nadie mas y aun así seguías asustada, tu lado animal estaba en constante alerta, después de todo solo bajaste un segundo la guardia y Kimba logró atraparte, no querías pensar lo que estaba apunto de hacerte, pero tu ment...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ya estaban solos, no habia nadie mas y aun así seguías asustada, tu lado animal estaba en constante alerta, después de todo solo bajaste un segundo la guardia y Kimba logró atraparte, no querías pensar lo que estaba apunto de hacerte, pero tu mente funcionaba de manera que te estaba perjudicando, mezclando tus recuerdos de esta vida con la anterior, ¿Y si los eventos no los puedes cambiar? ¿Y si es inevitable que te lleven a Hakuna? ¿Y si...

Tus pensamientos fueron interrumpidos al sentir la lengua áspera en tu mejilla, como escuchar una especie de ronroneo pesado y corto, pero relajante sacando tu conciencia del lado oscuro de tu mente, tan sumergida estabas que no te habías dado cuenta que ahora estabas acostada sobre Leona, que te estaba dando mimos y caricias para calmar tu corazón, ya lo miraste con ojos más calmados y el te regreso la mirada.

-Ya regresaste o tengo que seguir mimándote- Dijo con sonrisa socarrona mientras no apartaba sus ojos de los tuyos y noto como te sonrojaste de golpe y volvías a mover tu nariz de manera divertida, otra vez eras la de siempre.

-Y.. Yo aaah.... ¿Cuánto tiempo llevamos así?- Dijiste apenada mientras ocultabas tu cara en su pecho bajando las orejas, aún era de noche así que no ha pasado mucho tiempo ¿Verdad?

-Mmmh una hora~ Ni siquiera sentiste cuando te mordí- Dijo divertido mientras aún sin apartar la mirada.

-¡¿QUÉ?!- Ya te levantaste y sentaste sobre el chico mientras te tocabas la nuca, no sentía nada ni siquiera calor, cuando escuchaste la risa de Leona te diste cuenta que te jugó una broma pequeña, tu cara se volvió un tomate y le pegaste él pecho sonrojada -¡Gato tonto!-

-...- Seguía sonriendo pero te acaricio tu mejilla con ternura -Ahí está mi conejita salvaje, la única lo suficientemente loca como para echarme un balde de agua encima o morder mi cola cuando se enoja- Poco a poco se fue incorporando en la cama hasta quedar sentado también -... Ahora entiendo por qué nunca hablas de donde venias o por que hicistes la locura de atravesar el desierto sola, cualquiera querría escapar de ese imbécil-

-... Pero eso no quita que soy esclava... Y.. Yo creí que podría escapar de esa vida... Enamorarse y empezar una nueva familia ... Una vida feliz y tranquila... Creí.... Pero ahora... - Miraste a otro lado queriendo esquivar los ojos de Leona que no se apartaba de ti, no sabes como Leona se tomara la noticia de que eras esclava, aun sabiendo que él está enamorado de ti.

-Hey- Leona te tomo del menton y te hizo mirarlo de nuevo -Eso no cambia en nada las cosas, para mi solo eres ____ y ya, esclava, soldado o sirvienta eso no cambia quien eres- Leona te atrajo más a él para abrazarte y restregar su mejilla contra la suya -La misma ____ que quiero por pareja-

Con eso el león empezó a besarme de manera apasionada sin darte tiempo a decir nada mas, sentia que no había que decir nada más, todo lo que habían convivido y pasado juntos era muestra suficiente de cuánto se querían y aunque quería hacerse las cosas de manera diferente, más lento y tranquilo, pero eso no significa que no deseaba estar así contigo hace tiempo, tú estabas paralizada por lo que Leona estaba haciendo, además que era tu primer beso, en cualquiera de tus vidas, no sabías cómo corresponderle además de que el príncipe león estaba sabía lo que estaba haciendo, te gustaba mucho ese beso.

Sin embargo, poco a poco te ibas dejando llevar, Leona iba tomando el control, a medida que te iba besando de esa manera tan salvaje no dejaba de abrazarte de manera protectora y acariciar tu rostros con ternura, estuvieron asi un rato hasta separarse mutuamente para agarrar el aliento, la mirada afilada e intensa del león se posó ante ti y con un movimiento rápido té acosto en la cama poniéndose encima tuyo, empezando a olfatear y lamer tu cuello como pidiendo permiso para poder morderte, tu cerraste los ojos y asentiste, dejándote llevar por el calor del momento, soltando un leve gritito por sentir la mordida intensa del chico.

Se aferró con fuerza a ti mientras te iba marcando, como si se asegurará de que no te arrebataran de sus brazos y que tu misma no pudieras escapar, después de todo es un él es un carnívoro y tú una pequeña dulce herbívora, instintivamente él va a querer devorarte y tu salir huyendo de él, pero aquí estaban ambos profesando amor mutuamente, ya que tú lo abrazaste para aguantar el dolor y cómo te sientes incomodo de no por tu falta de experiencia quisiste hacer algo más que solo estar quieta y temblando como él conejito que eres literalmente, empezaste a besarlo en la mejilla, el cuello y acariciabas su espalda.

Leona sintió algo estrujarse en su corazón, te acaba de marcar, un proceso doloroso y al que la mayoría de la hembras tiene miedo ¿Y lo que hace es abrazarlo más y besarlo? De verdad que eres una conejita salvaje, tal vez por eso se enamoró tanto de ti, tan adorable y tierna, al mismo tiempo tan atrevida ¿Como puede ser ambas cosa a la vez? No le importa, quiere estar con su herbívora, pero su lado salvaje va tomando el control.

Se iba perdiendo en el delicioso aroma de ella, comenzó a acariciarte por encima de las pocas telas que te cubrían ...

Continuará...

No quiero al héroe, quiero al villanoWhere stories live. Discover now