Capítulo 24.

56 8 3
                                    

Por Rin.

Cinco meses, cinco meses en los que Sesshomaru y yo somos novios. No sé porqué pensé que lo nuestro no iba a durar mucho, que tonta.

Hace un mes Sango y Miroku se casaron, de verdad que no pierden tiempo. También Inuyasha y Kagome han estado más unidos, creo que ya resolvieron sus diferencias.

Y todavía no me lo creo del todo, pero mi hermano parece que se enamoró de Kikyo; le lleva flores, la sigue a todos lados, está atento a ella. Espero que le corresponda.

No estoy celosa, más bien me siento feliz porque al fin se enamoró... y también porque ya no es tan sobreprotector. En parte porque a él se le olvida y por el otro es que ya me puedo autodefender, gracias a Sesshomaru.

Estaba caminando distraída hasta que escuché pasos detrás de mí. En ese momento quería escapar de ahí, pero no le demostraré mi miedo, por lo que me di la vuelta para encararlo.

- Rin: Kohaku -- intento sonar con seguridad, pero estoy hecha un mar de nervios por dentro.

- Kohaku: Hola Rin -- saludó con una sonrisa -- quería verte.

- Rin: Vete, no quiero hablar contigo.

- Kohaku: Perdón, perdón por lo que pensaba hacer esa noche. Quería saber si pudiera ser tu...

- Rin: Por favor Kohaku, después de lo que hiciste quieres ser mi novio. No quiero, además ya estoy con Sesshomaru y soy muy feliz con él.

- Kohaku: Sesshomaru -- dijo por lo bajo -- yo sé que sería una locura pedirte eso en este momento, pero lo que quería decirte es que si podía ser tu amigo.

Eso es lo más sinvergüenza que he escuchado en mi vida, ¿ser amigos? Como si los hechos se olvidan de la noche a la mañana.

- Rin: No. No podemos ser amigos, y si quieres serlo debes ganártelo -- me siento estúpida, esa manía de perdonar a veces no me es de utilidad.

- Kohaku: Esta bien -- se acercó a mí.

De pronto todas las escenas de esa noche cruzaron por mi mente, entraría en pánico si no hacía algo. Por lo que lo derribé de forma que cayera boca abajo y lo inmovilicé con una de las "simples" técnicas de autodefensa. Otra vez, gracias Sesshomaru.

Mi kimono se rasgó durante el acto, pero lo bueno es que tenía un traje de exterminador. Ya saben, por si acaso.

- Kohaku: ¡Ay! ¡Ya para Rin! ¡Lo lamento, lo lamento, pero suéltame que me romperás el brazo! -- le hice caso pero me separé lo suficiente por algún posible ataque -- auch, fue muy pronto para darte un abrazo.

- Rin: Perdón -- no pude estar más tiempo así, ya no podía contener el instinto de correr lejos de él.

Llegué lo antes posible a mi casa para calmarme pero el hecho de que Kohaku regresara no me dejaba en paz. No se me ocurrió otra opción que no fuera ver a Sesshomaru, así que salí de mi cuarto para poder verlo.

Al llegar pude verlo sentado en la entrada de su casa con los ojos cerrados y sin su armadura puesta, por lo que me acerqué lo más silenciosamente posible para no desconcentrarlo (si estaba pensando en algo importante).

- ???: Será mejor que no lo interrumpa -- ¿desde cuando está allí? -- está formando un pacto con la deidad de los Inugami, así que es mejor dejarlo concentrarse.

- Rin: Disculpe, Lady Asha.

- Asha: Solo dígame Asha, una sirvienta del Lord Sesshomaru.

Destino.Where stories live. Discover now