Destino.

Capítulo Final.

- ???: Disculpe... ¿sabe dónde está mi prima? - preguntó a un grupo de sirvientas, ya que acababa de llegar.

- Fue a ver a su madre señorita.

- ???: Muchas gracias - respondió antes de dirigirse hacia donde le habían indicado.

El camino transcurrió en silencio, ya que en el palacio todos guardaban respeto en ese día en particular. Se detuvo frente a una habitación y se debatió entre entrar o esperar a que la joven saliera. Finalmente, decidió deslizar la puerta y descubrir el objeto que se guardaba dentro.

Un pequeño pedestal en el suelo emitía una luz que iluminaba gran parte de la habitación. Al acercarse, notó que se trataba de un cristal que parecía contener energía en su interior. Al tocar la superficie, su entorno cambió por completo.

Se encontró en un lugar oscuro, pero con formas parecidas a ramificaciones que emitían luz en todas direcciones. Siguiendo esas formas, llegó al centro del lugar donde convergían en un gran pedestal. En la base de este pedestal, vio a la castaña de espaldas, observando a la persona que se refugiaba en ese extraño lugar.

- ???: Setsuna - se acercó a ella y la observó detenidamente junto a la mujer inmóvil.

》¿Cómo está?

- Setsuna: La maldición avanza, el tiempo se agota.

- ???: Lo sé, es un milagro que siga viva después de tantos años...

- Setsuna: Cinco años.

- ???: ¡Oh, perdón, tía Rin! Sigo siendo distraída - se disculpó inclinándose frente a la mujer adormecida.

》No quiero ser grosera, pero... no hemos encontrado forma de salvarla, y le estás quitando las emociones a...

- Setsuna: Moroha.

- Moroha: ¡Pero es la verdad! ¡Tu egoísmo está haciendo que ellos dos sufran mucho más que antes! ¡Condenaste desde nacimiento a ese niño a sufrir una vida sin la capacidad de poder tener sentimiento alguno y tu mamá está encerrada en este lugar con un destino que solo estás retrasando! ¿Acaso crees que...?!

- Setsuna: ¡¡¡YA BASTA!!! - gritó enojada - ¡si no llegas para decirme que encontraste una forma de deshacer todo esto no quiero escuchar una palabra más que digas solo para juzgar mis acciones!

- Moroha: ¿Qué...? - se quedó en silencio por unos segundos con la mirada baja, pero giró dándole la espalda a la castaña - ¿Sabes qué? Me importa una mierda lo que me digas, al fin y al cabo eres igual o peor que Sesshomaru.

>> Iré a dejarles mis condolencias a ya sabes quién, ¿hay alguien allá? - de nuevo no fue respondida - entonces... te esperamos - seguido de eso se fue caminando dejando sola nuevamente a la hanyo.

- Setsuna: Madre... - murmuró tras un breve silencio - perdón... perdón por todo, pero no puedo dejarte ir... no todavía - expresó a la mujer que yacía en silencio y dormida, como si pudiera escucharlo.

》Algún día estaremos juntos de nuevo... los cuatro, podrás verlo, tocarlo... abrazarlo. Solo aguanta un poco más, por favor - susurró antes de girarse y comenzar a andar en la misma dirección que la shinhanyo había tomado minutos antes.

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Caminaba en aquel lugar, que permanecía en silencio la mayor parte del tiempo, casi nadie lo visitaba. De vez en cuando echaba un vistazo a su alrededor, observando las lápidas de los seres fallecidos con estrecha relación a Lord y su familia.