Bella Pov
Rosalie tuvo que agarrarme del codo y tirar suavemente para sacarme del trance; todo el tiempo había estado clavada en el sitio, aterrorizada de moverme. Alice y Emmett nos seguían de cerca, ocultándome. Tropecé junto a Rosalie, aturdida por el miedo. Rosalie no tardó en subirme a su espalda y ponerse en marcha.
Me agarré lo más fuerte posible, la nueva velocidad me sorprendió. Los demás le pisaban los talones. Agaché la cabeza, pero mis ojos, muy asustados, no se cerraban. Atravesaban el bosque, ahora negro, como espectros. La sensación de calma que normalmente parecía poseer a Rosalie mientras corría estaba completamente ausente, sustituida por una furia que la consumía y la impulsaba aún más rápido. Incluso conmigo a su espalda, los demás la seguían.
Alcanzamos el jeep en un tiempo increíblemente corto, y Rosalie sólo aminoró la marcha para ponerme en la parte de atrás.
"Ponle el cinturón", ordenó a Emmett, que se deslizó a mi lado.
Alice ya estaba en el asiento delantero y Rosalie estaba arrancando el motor. El motor rugió y nos desviamos hacia atrás, girando sobre nosotros mismos para enfrentarnos a la sinuosa carretera.
Rosalie gruñía algo demasiado rápido para que yo lo entendiera, pero sonaba como una sarta de blasfemias.
El traqueteo fue mucho peor esta vez, y la oscuridad sólo lo hizo más aterrador. Pude ver a Emmett escudriñando la zona que nos rodeaba. Creo que Alice estaba discutiendo con Rosalie, pero no pude oír nada de lo que decían.
Llegamos a la carretera principal y, aunque aumentamos la velocidad, me di cuenta de que íbamos en otra dirección. Nos dirigíamos al sur, lejos de Forks.
"Rosalie, ¿a dónde vamos?" Le pregunté.
"Te estoy llevando lejos de aquí, Bella", contestó, casi en un gruñido. "No es seguro que estés aquí".
"Rosalie, tienes que llevarme a casa", le dije, recibiendo una mirada suya por el retrovisor. "Charlie se preocupará si no vuelvo a casa, te rastreará si no vuelvo a casa".
No contestó. La vi dedicar una mirada a Alice, que asintió suavemente. "Para, Rose".
Ella sólo aceleró, apretando las manos sobre el volante.
"Rose, podemos pensar esto".
"No lo entiendes, Alice", gritó frustrada y angustiada. Nunca la había oído sonar tan impotente; no estaba segura, pero creo que una lágrima cayó de sus ojos. "¿No viste cómo reaccionó cuando vio a Bella? Tiene que ser una rastreadora".
Sentí que Emmett se ponía rígido a mi lado, y me pregunté por su reacción ante la palabra. Significaba algo más para ellos tres que para mí; no había forma de que yo preguntara qué era un rastreador.
"Rosalie", dijo Alice en voz mucho más baja. "Detente".
Empecé a notar que el coche aminoraba la marcha antes de detenerse. Rosalie intentaba respirar tranquilamente, pero la furia seguía notándose.
"Tenemos que matarla", fue lo único que dijo.
"Lo haremos", asintió Emmett. No parecía disgustado con la idea.
"Y a James. Estará con ella, sin duda. Si se convierte en una pelea, Laurent irá con ellos también".
"Somos más, Rosalie".
Alice perdió la mirada aturdida. "Puede que tenga una idea".
"¿Qué es?" Rosalie murmuró.
"Voy a decirle a Charlie que tú, Bella y yo nos vamos de excursión a Seattle el resto de la noche, y traeré a Bella antes de que se dé cuenta. Charlie se lo creerá, sólo que no quiere que Bella y tú estéis solas tanto tiempo", explicó Alice. "Victoria no va a atacar, va a esperar a que la dejemos sola".
Emmett se mostró repentinamente confiado. "Rosalie, no va a pasar por encima de nosotros".
Rosalie golpeó el volante con el dedo, con la mirada perdida. "Ahora, ¿a dónde vamos realmente?"
Alice no tenía una respuesta para eso, y tampoco Emmett. Como no dijeron nada, por fin hablé.
"¿Qué te parece Phoenix? Conozco bien la zona, y ella no se lo esperará...".
Los tres vampiros que me rodeaban compartieron una mirada antes de que Alice me dedicara una sonrisa. Rosalie arrancó el coche, girando en dirección a Forks. Rosalie no parecía contenta, pero sabía que no había otra opción.
"Vas a tener que darle un rastro falso", le dijo Alice.
Rosalie miró de repente a Alice. "¿Entonces qué pasa con Bella? No voy a dejarla sola".
"Jasper y yo estaremos con ella. No dejaremos que le pase nada", prometió.
"¿Puede Jasper decir lo mismo?". Ella frunció el ceño hacia la chica más pequeña que sólo asintió. "¿Y si la encuentra?"
"Hay varios millones de personas en Phoenix", le informé.
"Odio esto", susurró.
Hice todo lo posible por consolarla. "Está fuera de tu control, Rosie".
Rosalie sólo me miró por el retrovisor una vez más, suspirando suavemente antes de volver a mirar a la carretera. Durante el resto del trayecto, nadie dijo una palabra.
