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¡Jen, Rosie, Lisa! -Jisoo en la cocina y cada una en sus cuartos.- ¡Bajen a cenar!

Lisa en su cuarto seguía nerviosa, mañana temprano tendría que volver, a continuar con la mentira, tenía que seguir convenciendo a decenas de personas.

Estaba por salir de su habitación pero el vibrar en su mesita de noche la hizo detenerse. Su celular recibía una llamada de un número no registrado, estaba dudosa sobre responder pero, aún así lo hizo.

Olvidé lo buena que eras mintiendo. -soltó la voz del otro lado de la línea apenas Lisa respondió.

¿Cómo es que estás llamándome? -un sentimiento extraño recorrió su cuerpo.

Cobré algunos favores, quería hablar contigo. Por cierto, el cabello negro se te ve muy bien, resalta tus facciones, combina con tus ojos.

No deberías hacer ésto, podría usarlo en tu contra. -ignoró.

Una risa ahogada del otro lado del teléfono la hizo dudar de la seguridad con la que hablaba.

Incluso yo creí todo lo que dijiste, me dejaste muy mal frente a todos, mi esposa me ha pedido el divorcio.

Supongo que se estaba tardando, eres un enfermo.

No decías eso cuando gemías sobre mi escritorio.

Pudrete.

¿Que crees que digan tus amigas y el juez, si les cuento la otra parte de la historia?

La sangre se le heló por completo, no sería capaz de hacerlo, ¿o sí?. Cortó la llamada, no seguiría con aquel juego. Se había ido de Tailandia por una razón y no estaba preparada para que más gente lo supiera.

¡Lili! -la voz de Jisoo la hizo reaccionar nuevamente.- ¡¿Vas a bajar?!

Reaccionó rápidamente, aclaró su garganta y gritó.

¡Ya voy!

Que cinismo... -aquella voz la hizo dar un pequeño salto del susto, mirando rápidamente hacia el espejo, harta de la situación.- deberíamos callarlo, tengo algunos planes.

¿De verdad?, ¿Ahora? -susurró irritada, caminando molesta en dirección a la puerta, escuchando la voz de su fallecido progenitor.

Tendrás que ensuciarte las manos, está en tu sangre.

Jodete.

Azotó la puerta y bajó rápidamente las escaleras llegando al comedor, observándolo lleno.

Genial. -rodó sus ojos.- Hay cena familiar.

¿Sabes? -Yoongi sentado frente a un plato con comida, le apuntó con su tenedor.- Cuando pienso que puedes agradarme, solo haces que te odie más.

Lisa le dedicó una mueca y se sentó junto a Jungkook, era el único asiento disponible y tampoco era que le molestara. Después de aquel asunto, la relación entre los integrantes de ambas fraternidades se había convertido en algo extraño; hoy, después de seis meses, era ya muy común que cenaran los once juntos o que estuvieran en el mismo lugar sin la necesidad de matarse los unos a los otros. Habían pasado por algo que fácilmente hizo que se unieran, por qué sí, las mentiras unen a las personas.

¿Saldrás hoy? -se atrevió a preguntar Namjoon.

Lisa había dejado la terapia desde que se mudó a Corea pero, pasar por todo aquello hizo que el legado que la acompañaba volviera, la única manera de controlarlo eran los antipsicóticos que su psiquiatra le recetaba pero, al parecer tendría que subir la dosis.

Si. -sonrió, ellos no sabían a dónde iba cada semana, no se arriesgaría a qué supieran la historia en su árbol genealógico.- tengo cosas que hacer y... pasaré a la biblioteca.

Bien. -habló Jin.- Eso es bueno, necesitas aire fresco.

Lisa odiaba aquellas cenas, odiaba que todos le tuvieran pena, estaba pasando por aquello ella sóla; se echó el paquete encima por salvarlos a ellos y ahora era como si todo el tiempo temieran por ella, como si fuera la última vez que la van a ver por qué terminará encarcelada por el resto de su vida.

Los miró a todos detenidamente y se levantó agradeciéndole a Jisoo por la cena y se fue; estaba cansada para pasar por la conversación de siempre en la que le decían que todo saldría bien y que estarían ahí todo el tiempo; no estaba de humor para escuchar aquello de nuevo.
Se fue a su cuarto y cerró la puerta pero su soledad no duró mucho pues, Jungkook entró a los pocos segundos con una sonrisa en su rostro mirándola sentada a la orilla de la cama.

No tengo tiempo... -soltó Lisa, apenas vio entrar a Jungkook.- Además, no soy de mucha utilidad ahora.

Bien, por qué no tendrás que hacer mucho.

Jungkook se arrodilló frente a ella y comenzó a besar la parte interna de sus muslos, acariciando lentamente sus piernas.

Kook... -su voz era temblorosa.- de verdad, no creo que te sirva mucho.

Él no dijo nada, comenzó a subir lentamente su mano hasta meterla por debajo de su blusa haciéndola caer de espaldas contra la cama, comenzó a acariciar su piel por debajo de la tela llegando directo a sus pechos apretandolos en el camino; sus besos seguían marcando sus piernas y la respiración de ella era cada vez más rápida incitandolo a continuar.
Lentamente desabrochó el botón de sus shorts, se los quitó llevándose su ropa interior en un solo tirón; sus piernas se abrieron instintivamente dándole paso a la lengua de Jungkook que comenzó a danzar lentamente sobre su piel, llegando a tocar aquel punto que la volvía loca. Las manos de Lisa viajaron al cabello de Jungkook y sus tobillos se acomodaron en su espalda empujándolo más hacia ella, haciendo que se sintiera más intenso; Jungkook no dudó en meter dos de sus dedos, haciendo movimientos ágiles y rápidos, arrancando gemidos bajos a la tailandesa rogando internamente por qué los demás presentes en la casa no se dieran cuenta de lo que sucedía en la habitación sobre sus cabezas; no duró mucho más para que se corriera con intensidad, jalando el cabello de él, intentando calmar los espasmos que continuaban con los últimos lengüetazos.

Jungkook se levantó lamiéndose los labios, miró como aún intentaba controlar su respiración con sus piernas completamente abiertas; sonrió tranquilamente, tomó la mano de Lisa y depositó un beso en ella para después, salir de su habitación dejándola sola. Sabía que al menos la había relajado un poco, la ayudo a bajar un poco su tensión y con eso se daba por bien servido, siempre estaría ahí para ella.

Incluso si ella se atreviera a matar a alguien, la ayudaría a esconder el cuerpo sin hacer preguntas, simplemente lo haría.

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The Lie Of a Legacy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora