Escenarios [Killugon]

Pequeño intercambio

¿Y si fueran los más grandes?

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Leorio aprendió cosas desde muy joven, entendió la precariedad, el autocuidado, la violencia y lo más importante de todo, que solo era un niño frente a un mundo de adultos peligrosos. Crecer siempre ha sido su meta más grande, como adulto intimidas, te escuchan, pero eso no importa, no ahora, sabe que hay otra opción más rápida a esperar años. Eso sí, cuando decidió tomar aquel barco y ese examen nunca creyó que sería “adoptado” o mejor dicho, arrastrado por aquellos dos jóvenes adultos. 

—Killua, cuánto crees que falte— Dice un moreno de un raro cabello en puntas, buscando entre su bolsa un par de manzanas. 

—Un día, no te preocupes, pronto llegaremos— El albino frunce sus cejas cuando el niño de apenas doce años toma la manzana de rojo color —Eso era mío…— Dice entre dientes apretando el libro entre sus manos. 

—Tienes que aprender a compartir Killua— Reprende caminando hasta su pareja, dejando que muerda parte de su manzana, agachando la cabeza para susurrar algo, ah, no es eso, ve Leorio, se están besando. “Nunca creí que dos gays cuidaran de mí” Abraza su mochila con fuerza “Igual voy a aprovechar, nadie te alimenta gratis tanto tiempo a menos que sean tontos” Ve al moreno, el que ha determinado con el papel de tonto por haberse acercado a su persona y basicamente cobijarlo —¿Quieres venir a pescar?— Es atrapado observando, eso hace que se le suban un poco los colores. 

—¿Contigo y Lukia?— La cara de rabia del albino aparece y desaparece en instantes. Aquel de mayor altura era a quien determinó como el listo del dúo, puede bromear un poco con él pero no por amistad, sino porque sabe que fue el primero en decirle al otro que lo dejara de lado. 

—Gon puede ir solo contigo, pero tal vez deba ir, al fin y al cabo ahora parece que no sabes cuidarte solo— Eso hace enfurecer al niño que avienta parte de su manzana a la cabeza de Killua. 

—¡Yo llegué al barco sin ayuda! ¡Y ayudé a Gon quien se perdió con contrabandistas!— Cruza los brazos —Para ser un viejo eres más infantil que yo— Rechina los dientes y el atacado destruye la fruta con su mano, odia mucho tener compañía nueva. Se suponía que este viaje sería en pareja, tener una pequeña aventura romántica, pero ahora todo eso se ve opacado por ese niñato de doce que no podía parar de esconderse detrás del moreno.

—¡No soy viejo!— 

—¡Dicelo a tus canas!— 

—¡Eres un mocoso idiota!— 

—¡Y tú un anciano infantil!— Y ante la discusión Gon golpea sus cabezas, ambos cayendo en el suelo, Leorio porque le dolió y Killua por dramático. Se disculpará después por no contener toda su fuerza. 

—Eso significa que me acompañaran los dos— Sonríe de forma un tanto tétrica y el niño solo ríe por el asentimiento cobarde del más alto. Gon dejaría que se gritaran todo lo que quisieran si realmente fuera una pelea de verdad y no solo por tonterías —¡Que amables!— 

Leorio no puede decir mucho de ellos más que lo anterior. Cree que son buenas personas, porque realmente no es una mala persona o un desconfiado sin remedio, de hecho, cualquiera diría que es demasiado confiado, pero debe ser más precavido. Nacer en un lugar de miseria y basura hace que te distraigas de la basura de las personas, le dijo una vez aquel que le apoyo a esa tonta aventura. Ahora, mientras arroja el anzuelo se divierte como antaño.

—¿Se durmió?— La voz del Zoldyck interrumpe la llama del fuego, Gon asiente colocando su verde chamarra encima del delgado cuerpo —Tuvo suerte de toparse contigo, si tomaba aquel camión hubiera sido vendido— Muerde el pez, mastica, traga y después suspira —Eso me hace recordar a alguien, ¿no ibas a decirme que él te rescató primero?— La mirada de reproche hace que ría. Cuando eran niños estaría realmente preocupado y furioso, pero ahora sabe que esas cosas son características y responsabilidad de Gon. Puede dejarlo pasar porque ya está bien y…

—En mi defensa había un osozorro gigante, pero tienes razón— Un beso corto en los labios antes de alejarse para ir con Leorio —Perdón por no decírtelo— Gon intenta ser más asertivo respecto a sus emociones. Pone una mano en su mejilla, es pequeño —No le grites tanto, es un buen niño, me da ternura, tiene un mini uniforme de enfermero y un estuche con vendas— Killua rueda los ojos. 

—¿Hasta cuándo lo vamos a cargar?— Sus ojos se encuentran y al ver que pareciera que no es capaz de entender vuelve a hablar —Somos los ¿cómo mierda se dice? examinadores, jueces, lo que sea de las primeras dos pruebas, no puedes simplemente quedarte con él todo el tiempo— Lo amenaza con el mismo palo donde había ensartado al pez —No es una mascota, Gon, es un aspirante más— 

—Lo sé, lo sé— Alza las manos —Pero también sé que se convertirá cazador, solo quiero alimentarlo y entrenarlo un poco antes…— Observa el cuerpo descuidado del niño, tendrían al menos una semana para que descansara lo suficiente si se apuraba. 

—¿Por eso lo pusiste a pescar por su cuenta hasta que se lastimó las manos?— 

—No lo digas como si tú no hubieras hecho nada, en la mañana lo molestaste e hiciste que te persiguiera para ver sus reflejos y velocidad— El sonrojo en el rostro del Zoldyck fue el delator, no le gustaba mucho parecer considerado y menos que fuera captado realizando alguna buena acción.

—No es muy veloz, no tiene grandes reflejos y la verdad me sorprende que alguien compita contigo en la falta de lógica— Un puchero en los labios del moreno —Pero algo es cierto, no es un mal niño, su plan para conseguir dinero y pagar una carrera es brillante— Mira a ambos morenos y luego aprieta los labios —Aun con eso no creo que pueda pasar siquiera la primera prueba— Antes de escuchar el reproche de Gon y la fantasía de que si se esfuerza lo suficiente lo logrará, complementa —Si pierde vamos a pagar sus estudios— Los brillantes ojos de Gon resplandecen —Nosotros éramos unos locos por hacer ese exámen cuando tenías doce y yo diez, igual no somos personas normales, pero Leorio es normal— Ve como su novio se levanta, camina a su lado y deja caer su cabeza en su hombro . 

—No, si falla tiene que volver a intentarlo— Los ojos de Killua se abren con confusión —Es lindo ver como eres tan amable con personas normales pero no, yo sé que Leorio pasará— 

—Se va a morir— No hay duda, burla o algún sentimiento más que la seguridad —Es un niño normal, tan normal como Alluka— 

—Tu hermana tiene de normal lo que yo tengo de amor por tu familia— Se acurrucan —Confía en mi instinto, él pasará—

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