Resiliencia

Capitulo 7

   La hora de la comida había llegado pero Winry y Alphonse no querían ir a los comedores dende estaban los militares, así que Edward los sacó a un restorant , pero les advirtió que no se acostumbraran. Lo habían pasado bien, como si estuvieran paseando de vacaciones si no fuera porque Edward traía uniforme militar y llamaba demasiado la atención. Cuando salieron a la calle se escuchó que alguien a lo lejos lo describía.

   - ¡ Mira papá !¡ El niño de trenza ! ¿ Crées que sea el Alquimista de Acero ?. - era un niño con demasiado entusiasmo.
   - Parece un colegial. - hablaba otro hombre.
   - Creí que sería más alto.

   Winry comenzó a ponerse tensa. ¿ Que la gente no tenía educación ?.

   - Hermano, creo que mejor nos regresamos.
   Al sabía que seguirían más personas diciendo cosas y que llegarían pronto los problemas ya que su hermano estaba peor que antes de sensible por su estatura.

   - ¡ Maldita gente que no deja pasear en paz!. - rezongaba Edward.

   Un grupo de estudiantes se les acercó entonces como si fueran moscas.

   - ¡ Mira qué lindo !
   - ¿ Eres un militar ?
   - Pero si estás chiquito.
   - ¡ Tan mono !
   - Waaaaaa....

   - ¡¡ YA DÉJENMEEEEE !! - el pequeño alquimista llegó a su cuota de fastidio y les gritó a todos agitando los brazos para que no se le acercara nadie. Luego   Alphonse lo agarró de un brazo y, junto con Winry, corrieron para alejarse del tumulto que se había hecho alrededor de ellos.

   Breda vió cómo los tres chicos de Resemboll llegaban acalorados. Se puso alerta pues parecía que venían huyendo.
  
   - ¿ Están bién ?¿ Qué les pasó ?. - estaba preocupado pues tenía que haberlos acompañado ya que él estaba en su turno, pero se había quedado ya que el pequeño alquimista se lo pidió.
 
   - ¡ No salgo más con éste uniforme !¡ LO VOY A QUEMAR !
   - ¡ No puedes hacer éso jefe !
   - ¡ AAAAHHG !

   Se asustó un poco al ver al niño de trenza gritar tan enojado y después  caminar terriblemente tenso hacia la entrada del cuartel. La chica mecánica se fué tras él, mientras el hermano menor le daba algunas explicaciones.

   - Mi hermano fue acosado por llebar uniforme militar.
   - ¿ Qué ?. - el hombre en realidad no entendió lo del acoso.
   - Creo que ya no saldrá a la calle vestido así. No sé qué va a pasar ahora.
   - No entiendo.

   Alphonse no quería seguir hablando y solo se encogió de hombros y se adentró en el pasillo para dirigirse a su habitación.
   Breda tuvo que seguirlo ya que aún estaba de turno. Solo hizo la reprimenda mental y se ordenó a sí mismo no volver a dejar que el alquimista saliera sin supervisión.

   El día había llegado.
   Alphonse escribió una larga nota de puño y letra frente a su hermano, explicando con detalle todo lo que tenía que saber si él despertaba con su memoria reseteada. Prometió llamarlo seguido.

   - Hubiera preferido mil veces a que te dieran el permiso para que fuéramos juntos.
   - Ya no és como antes. - Edward miraba a su hermano con ojos tristes.
   Subió al tren y se volvió hacia el niño de trenza dorada.
   
   - No descansaré hasta encontrar algo que nos sirva. - luego miró a su amiga - Cuídalo Winry. No desesperes si se olvida de todo.
   - Tranquilo Al. Estará bién.

   La chica se había agarrado del brazo del pequeño alquimista y le sonreía alegre para darle tranquilidad.

   El tren partió y solo vieron cómo desaparecía en el orizonte. Solo después se animaron a volver al automóvil que los esperaba. Volvieron a la habitación en silencio. Winry vió que Edward leía la carta que había escrito Alphonse.