Capitulo 21: Guerra de almuerzos, cuando el dolor rompe la cordura

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Residencia Itsuka

Shiori:... Que extraño, ¿dónde se habrá metido ahora?

Eran las 7:23 de la mañana, un nuevo día daba comienzo en la magnífica y normal ciudad Tenguu. Hoy parecía que iba ser un día soleado bastante acogedor y tranquilo. Al menos así debió ser, nuestra peliazul favorita se encontraba en la cocina preparando el desayuno para todos.

Habitualmente el canoso siempre estaba con ella ayudándola a preparar el desayuno, y así ver los avances culinarios que ha estado desarrollando. A su opinión profesional, desde que comenzaron las clases S/N mostró un avance muy positivo.

Volviendo al caso, las veces que no bajaba o es porque aún no estaba listo o simplemente sigue durmiendo. Para ser alguien muy poderoso su resistencia al cansancio se mantenía igual al de un humano... o simplemente como le gusta no hacer nada prefiere solo dormir.

Aún así, había ido a verlo antes, al principio le incomoda entrar a la habitación de un chico pero ahora que S/N ya es familia entraba a su habitación si era necesario, tocando obviamente la puerta antes de entrar si no recibía a una respuesta. Para su grata o desafortunada sorpresa, el canoso no se encontraba en su habitación, lo cual era ya raro. Seguramente Mesa lo necesitaba para algo o fue a ver algo a su departamento, no podía olvidar que S/N todavía tenía el departamento en el cual se hospedó antes de conocerla.

En fin lo mejor era terminar lo que estaba haciendo.

De repente se escuchó como la puerta de la residencia era abierta. Las espíritus estaban al tanto sobre la llave debajo del tapete de la casa así que no se sorprendió mucho.

Entonces la puerta de la sala.

La primera en pasar fue una joven de al menos catorce años, cabello rojo atado a dos coletas con unas cintas blancas de total inocencia, vistiendo un lindo uniforme blanco de secundaria, la segunda también era una joven alrededor de esa edad, solo que ella parecía más tímida de lo habitual portando un vestido de una pieza y una sombrilla sobre su cabeza, lo resaltante de ella era un marioneta de conejo con aspecto gracioso y un pequeño dragón esquelético viviente que funcionaba como guardián. Finalmente las últimas dos eran difíciles de diferenciar, eran completamente idénticas más ahora ya que ambas portaban el uniforme de verano de la preparatoria Raizen, lo único que las podía diferenciar eran las expresiones, mientras una tenía un rostro sin emociones, como el de una muñeca la otra era más energética además que una tenía la figura más esbelta y la otra de envidiables proporciones.

A estas dos últimas las miró extrañadas por el uniforme, pero no le importó. Casi de manera unánime, las cuatro chicas saludaron.

Kotori: Buenos días Onee-san.

Yoshino: Bueno... días, Shiori-san.

Yoshino: Ora-Ora-Ora, Shiori-chan.

Kaguya: Que tal Shiori.

Yuzuru: Saludo. Buenos días.

Las espíritus y su hermanita la saludaron de manera gentil, cada vez que veía está escena le parecía imposible. Era como si estuviera viviendo un sueño, un día su vida era normal y aburrida como cualquier adolecente normal, y al siguiente estaba envuelta con cosas sobrenaturales, dioses, demonios y monstruos.
Sin embargo, le gustaba está nueva vida. Quizás al principio dudaba pero se debía a qué aún le costaba asimilar todo lo que ocurría, ya no se sentía sola... ahora eran una gran familia.

Seguramente Kotori se topo con ellas cuando estaba bajando del segundo piso.

Pero se dió cuenta de algo, faltaba alguien entre todas ellas.

Date a live x lector: La Diosa del vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora