Cuarto mes
Cuatro meses de embarazo... La panza de Betty cada vez se veía un poquito más grande, y ahora, al menos se notaba cuando usaba ropa ajustada.
Pero habían cambiado algunas cosas en cuanto a los síntomas del embarazo. Lo que era una rubia que no quería ni ver la comida y se obligaba a si misma a comer por salud, se había convertido en una chica embarazada que sentía que era capaz de comerse hasta el mundo.
Sus antojos crecían y cada vez eran más frecuentes, se le antojaba hasta lo más extraño que pudieses imaginar y quería comer a toda hora, sentía que nunca quedaba satisfecha, su apetito volvió pero multiplicaba el de su esposo por tres.
- Tengo hambre. -Betty perseguía a su esposo por las escaleras. - Juggie. -se quejó intentando llamar su atención.
El pelinegro suspiró con su celular contra su oreja. - Sweet Pea, resuélvelo tu, ¿Si? Tengo a una mujer embarazada con hambre, tu no podrías manejar esto. -dijo serio y cortó la llamada. - Amor, estoy por ir a una reunión, comimos hace... -miró si reloj. - Veinte minutos.
- Y ya tengo hambre, no es mi culpa. -bufó. - ¿Quién te entiende?
- ¿Por qué? -él preguntó parando frente a un espejo que iba de piso a techo en el pasillo que daba a la sala, donde quedó mirándose y arreglando su cabello.
- Porque antes te quejabas de que no quería comer y ahora de que quiero comer siempre, ¿No se supone que es mejor? -se cruzó de brazos.
- Si, es un poco mejor, pero no tanto... -él se encogió de hombros. - Recuerda que la doctora te dijo que si comes en exceso puedes subir de peso y eso no es tan recomendable para ustedes. -dijo refiriéndose a ella y a bebé.
Betty suspiró y lo miró con un puchero. - Tengo hambre. -repitió.
Jughead se volteó hacia ella. - Preciosa, en serio, ¿No puedes esperar un rato para volver a comer algo?
- Nop. -negó.
El pelinegro rodeó sus ojos. - Bueno, bueno, ven, te daré fruta picada antes de irme. -la tomó de la mano y se fue con ella a la cocina.
Luego de un rato le dio una taza con algunas frutas picadas y ella lo tomó sonriente. - Gracias Juggie.
El se sentó junto a ella en otra de las sillas de la isla y se inclinó a besar su frente mientras ella masticaba. La rubia levantó su mirada algo sonrojada y con las mejillas infladas.
Jughead soltó una risita ante lo tierna que se veía su esposa así. - Ya debo irme. -le recordó.
Betty asintió. - Bueno, Juggie, pero no tardes.
- No está en mis manos, bebé, pero si me necesitas llámame y llegaré en cuánto antes, ¿Si? -acarició su muslo lentamente.
La rubia asintió. - Sipi. Besito. -estiró sus labios hacia él.
El pelinegro se inclinó y unió sus labios en un casto beso que los hizo sonreír al separarse. - Te amo... -dijo levantándose. - Recuerda que en una hora te tocan las pastillas.
- Ya se Juggie, tengo la alarma. -ella le recordó.
El asintió de camino a la puerta y se volteó hacia ella de nuevo lanzándole un beso al aire. - Te amo. -repitió y salió.
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Criminal Love | Bughead | +18
Fanfiction¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...