🥀 Capítulo 10 🥀

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Jeon estaba nervioso sentado en un cómodo asiento de vinil color carne del Jeep privado de la compañía

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Jeon estaba nervioso sentado en un cómodo asiento de vinil color carne del Jeep privado de la compañía. Desde su puesto que daba a unas de las ventanillas circulares de la nave, detalla el amanecer y también a su familia la cual tiene al frente; los niños durmiendo en los cómodos sofás y su esposo en otro asiento cerca de sus hijos. Cuando su vista cayó en Jimin, quien distraídamente observaba el paisaje, su pecho se presionó por la angustiante situación.

Mierda, no lo quiere perder, pero todo va de mal en peor.

Ellos se pasaron el día distanciados, las crudas palabras del pelirrosa le dolieron y estaba resentido. No obstante, cuando terminó de acostar a los niños en el bungaló y se encaminó a su habitación, vio a Jimin llorando, desesperado y recogiendo sus maletas. Una alerta de peligro atemorizó a Jungkook y por completo desapareció su temple frío. Pensó que su esposo lo iba a abandonar... nunca tuvo tanto miedo en su vida.

~¿Jimin qué haces?~

Fue lo único que atinó a decir con el corazón colgando en un hilo y menos mal que a pesar del estado de inquietud del pelirrosa, este pudo explicarle la llamada que recibió de Yoongi y el porqué deberían regresar a casa con urgencia. Jeon se sintió mal porque en ese momento suspiró de alivio y no es que se alegrara de que su suegra estuviera mal de salud, simplemente no lo pudo evitar.

Así que se movilizó para el regreso, ambos se pasaron la noche en vela y a las cinco de la mañana abordaron un vuelo directo a Seúl, deberían arribar para eso del mediodía. Sin embargo, claro que el matrimonio empezó a conectarse con sus familiares y personas cercanas para averiguar lo que había pasado. Y ahí fue donde el castaño entendió que su situación no iba a mejorar, al contrario.

Pues se juega lo que sea si su madre no está involucrada en la descompensación que sufrió la señora Park.

¡Todo era un desastre!.

Con una fuerte bocanada de aire, sin despegar sus ojos del pelirrosa, se llenó de valor y emprendió camino sentándose a su lado. Jimin enseguida notó su presencia; y dejó que el contrario tomara sus manos sin desviar su mirada de la ventanilla.

—Porque no tratas de dormir un poco, mi amor —le pidió con dulzura, los ojos de Park estaban rojos y un poco hinchados, así que hizo un esfuerzo para hacerlo sentir mejor— Todavía nos queda buen rato de vuelo, ¿quieres qué te pida algo de comer? —acarició la cabellera rosada y el contrario negó.

—No tengo cabeza para eso, más con lo que te dijo Namjoon.

Una de las personas con que contactaron antes de abandonar Noruega, fue a Kim Namjoon, su amigo y el presidente de la corporación. Las cosas no estaban nada bien, el señor Park estaba hecho una fiera, sus padres no daban razones más de que tuvieron una pequeña diferencia, pero eso no debería ser cierto porque por una pequeñez, el padre de Jimin no hubiera convocado una junta de emergencia para año nuevo. Sí, en tres días se reunirá todo el consejo directivo y accionistas de la compañía. Así que las aguas andan alborotadas y la presión ya estaba apareciendo hasta de la prensa que no paraba de especular un quiebre entre las tres familias más poderosas de Corea.

Familia Jeon | Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora