2: Ariana Grande

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"Eres un fracaso" Era la frase que deambulaba en mi cabeza minuto por minuto, como si fuera un bumeran que cada vez que quiero alejarlo lanzándolo, vuelve a mi, torturándome. Mi madre me había dicho eso, y aunque quisiera negarlo, sabia que era verdad. Había decepcionado a toda mi familia y a cualquier persona que alguna vez haya tenido fé en mi. Me sentía fatal.

En verdad nunca me sentí realmente querida. Mis padres me despreciaron desde el segundo en el que llegué al mundo. En realidad, yo tenía una hermana gemela, pero en el embarazo yo le robé oxigeno, haciendo que muera. Esto fue muy doloroso para mis padres ya que ellos felices nos esperaban a ambas. De hecho, ya tenían listas las dos cunas juntas con un cartel al lado que decía "T/n y Alison". Pero el segundo nombre tuvieron que quitarlo a ultimo momento.

Siempre fui demasiado tímida, cerrada y callada. Cuando me comportaba mal usaban el mismo argumento: Que yo era un desperdicio, que en mi lugar tendría que estar Alison, que ella podría ser mucho mejor que yo.

Tal vez era cierto, pero a una niña de 7-13 años de verdad le lastimaban esos comentarios. Bueno, lo siguen haciendo. Nunca me fue bien en los estudios, no porque fuera tonta o no entendiera, sino porque era vaga. Siempre lo fui. Tal vez si en vez de comer frituras viendo películas hubiese estudiado y completado las tareas, yo podría haber sido la mejor de mi clase. Pero yo como prioridad tenia mi felicidad. Después de todo, mientras las demás lloraban por un ocho de calificación, yo festejaba el siete.

Siempre me pregunté que hubiese sido de mi si mi hermana nunca hubiera fallecido, si yo nunca la hubiera asesinado. ¿Ella me entendería? ¿Ella me querría? ¿Ella me ayudaría?

A veces pensaba que tal vez yo no tendría que estar ahí, desperdiciando mi vida, sino ella. En el fondo sé que ella sería una gran chica. Mil veces mejor que yo. Mucho más inteligente, más responsable, más simpática, más amable, más sociable, y mucho más bonita de lo que yo podría haber sido alguna vez.

Antes creía que esa vocecita en mi cabeza que me decía "deja de hacerlo" era Dios o un ángel de la guarda. Ahora pienso que es Alison tratando de remontar mi fracaso de vida. O simplemente es mi subconsciente. No importa, de todos modos, no dejaré de hacerlo. No dejaré de drogarme.

Al menos con eso puedo sentir... Absolutamente nada. Pero eso es lo bueno, es exactamente lo que busco.

Mi psicóloga decía que no vale la pena sentir esa "relajación" por unos minutos cuando puedo tenerla por siempre con solo dejar de aspirar. Esa fue una razón por la cual dejé de visitarla. Había empezado a ir para justamente dejar de consumir, pero bueno. Cosas que pasan.

Creo que el único que me quiere es mi gato Benjamín.

-¡Pero que tierno gatito! ¿Cómo te llamas?

El miedo me levantó del sofá de inmediato. ¿Era una alucinación o de verdad había escuchado a alguien hablar? Se supone que estaba sola en casa.

"Tal vez estoy demasiado ida" Pensé.

-¡Aww! ¡Eres muy suave!- escuché pero esta vez fue claro.

No. Definitivamente no era una alucinación.

Sostuve una silla en mis manos y caminé lentamente hasta la cocina, que era de donde salía aquella voz.

-¿Quién anda ahí?- pregunté con la voz un poco temblorosa.

-Que te importa...

Confundida me decidí y entré en la cocina. No era un asesino o algo parecido. Era una chica, al parecer inofensiva. Era de baja estatura, morena y estaba sonriendo. Su sonrisa era algo especial, se le hacían hoyuelos y tenía los dientes armoniosamente parejos.

Famosas y Tú [One Shots]Where stories live. Discover now