ᴄᴀᴘ. 004

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Pasaron la tarde jugando, riendo y tomando mucho jugo de naranja, el mayor siempre con un rostro alegre pero detrás de esa característica y bella sonrisa del castaño se escondía unos profundos nervios y entusiasmo, ya que dentro de horas vería a su actor favorito a solo metros de distancia.

Trataba de mantener su compostura para estar preparado por si algo salía mal, tal vez se cancelaba la Premier, por una lluvia o tormenta, o Quackity perdía su vuelo y no llegaba, o retiraban a él y a Osvaldo por cualquier motivo, no sabía pero esperaba que ninguno de esos escenarios pasaran...

—Roier...

—¿Qué pasa Bobby? —Preguntó en voz baja.

Era de noche y ambos se encontraban en la sala de la casa del castaño y su padre, estaban viendo una película después de hacer muchas actividades por la tarde como juegos de mesa, carreritas, jugar con juguetes y peluches, y más juegos, que los dejaron muy agotados.

—Ya tengo sueño... —Habló frotando su ojito derecho junto a un bostezo.

—Bien, vamos por tu mamá. —Anunció el mayor apagando la televisión. —Puede que se haya quedado dormida.

Antes de salir de la casa, Roier se dirigió a su habitación donde buscó un abrigo para prestarle, escogió uno celeste que tenía guardado para dárselo, aunque le quedara grande esperaba que lo protegiera del frío. Volvió al primer piso tomando una manta para cubrir a su padre que estaba profundamente dormido en el sofá, al volver su vista al niño encontró a Bobby en el marco de la puerta  cerrando sus ojitos y tambaleándose, al parecer tenía demasiado sueño.

Se acercó rápidamente y le colocó lentamente el abrigo uniendo los botones color dorado.
Con cuidado lo cargó en sus brazos y salió de su casa.

Empezó a caminar hasta el nuevo apartamento de Jaiden con Bobby apenas dormido.

Era de noche y ya no había mucha iluminación entre las casas, no había ruido ni sonido alguno así que empezó a tararear la misma melodía que siempre hacía para todo momento.

Siempre alerta de que el niño no se despertara llegó hasta el apartamento donde encontró a Jaiden fuera de este en las escaleras dormida, parecía que el sueño la venció y durmió en el primer lugar que vió.
A su lado habían un par de cajas que todavía no había ingresado, supuso que eran las últimas para terminar su mudanza.

Entró por la puerta que estaba abierta de par en par sin hacer ruido, o tratando de no hacerlo para no despertar a Bobby. Estando dentro trató de adivinar cual era la habitación donde ahora dormiría junto a su madre dirigiéndose a una puerta de color amarilla.

Había adivinado, por lo que con cuidado dejó al niño sobre su cama, apagó la luz y dejó la puerta abierta con la iluminación de la mini sala.
Salió de ahí en dirección a Jaiden para poder despertarla.

—Jaiden... —Llamó en un susurro.

La mayor se despertó un tanto asustada.

—Roier... —Saludó recuperando su vista. —¿Trajiste a Bobby?

—Sí, está en tu habitación y está dormido. —Indicó.

—Gracias Roier. —Se levantó de su lugar dirigiéndose a la entrada. —Te lo agradezco demasiado, hasta mañana, saludos a tu padre y cuídate al regresar. —Dijo arrastrando sus palabras y cerrando su puerta.

Roier rio para sí mismo, no era la única vez en la que la castaña actuaba de esa forma cuando el sueño la vencía.

Sin decir palabra alguna fue hasta las dos cajas que al parecer eran un tanto rojas para llevarlas a la entrada del apartamento. Las levantó y empezó a subir las escaleras pensativo.

𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘳 |[ˢᵖᶦᵈᵉʳᵈᵘᶜᵏ]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora