CAPÍTULO 41

22 4 3
                                    

—Oliver —mis palabras acarician el nombre y por alguna razón, sé que me gusta.

El hombre me entrega el ramo flores y toma mi mano para ayudar a levantarme de la silla.  Creo que han sido muchos días de hospital y salir ayuda a que vuelva a conocerme, pues lo veo e inmediatamente pensé en sexo, así que tal parece que soy de mente sucia.

¿Pero como no tenerla así con semejante monumento a mi lado? Me regaño mentalmente y solo le doy las gracias y le regalo una sonrisa.

En los primeros pisos del edificio, se pueden ver aún las marcas del atentado.  Casi todo está arreglado, pero hay trabajadores retocando la fachada y al ingresar se siente ese olor característico de la pintura recién aplicada.

El apartamento al que ingresamos, me gusta, puedo decir, sin temor a equivocarme, que este espacio lo escogí yo y lo decoré yo.  Recorro el lugar con la esperanza de que algún recuerdo vuelva a mi mente y algunas cajas con cosas a medio empacar llaman mi atención.

—¿Por qué tengo cosas a medio empacar? —mis padres se miran entre ellos, pero es Oliver quien toma la vocería.

—Suegros —dice Oliver mirando a mis padres —me gustaría hablar a solas con Lorena, si no es problema, vuelvan al hotel y yo les avisaré cuando estemos listos para partir.

Mamá y papá se miran y asienten, para posteriormente pasar por nuestro lado y despedirse.  Una vez que mis padres salen, Oliver toma mis manos y me guía ante un hermoso sofá verde.

—Sé que no me recuerdas Lorena, pero éramos pareja, espero que aún lo seamos —esos ojos grises me observan con un brillo que no puedo descifrar —estamos prometidos, ya estábamos adelantando detalles para la boda.

¿Boda? No es que no sea posible que amara a este hombre, pero en este momento, no sería capaz de dar un sí en un altar, por Dios, no tengo la certeza de que seamos compatibles y no hablo de la compatibilidad en el sexo... Lorena, deja de pensar en sexo, me regaño nuevamente.

—¿Y esas cajas? —señalo la que está más cerca a nosotros.

—Por eso no quería hablar en frente de tus padres.  Habíamos decidido mudarnos juntos antes de la boda, habías aceptado venir conmigo a Oakland y no queríamos que se enterarán hasta que ya fuera tarde.

No sé qué creer de lo que estoy escuchando, pero aparentemente amaba tanto a este hombre que había decidido dejar este apartamento, esta ciudad y trastearme a un lugar en el cual no tengo una galería.

—¿Qué pasaría con mis galerías? 

—Conseguiríamos administrador, por supuesto, alguien que esté al frente del negocio y con eso tú, solo tendrías que recibir las ganancias y me apoyarías con la administración de la fábrica —el hombre se acerca más mi y posa una de sus manos en mi mejilla y sé que quiere besarme, así que lanzo otra pregunta para romper el momento que quiere crear.

—¿Qué tan adelantados estaban los planes de boda?

—Los planes para la boda oficial van lentos, tus padres quieren una gran boda, con muchos invitados en un sitio superexclusivo, pero nuestros planes estaban mucho más adelantados.

Lo miro con extrañeza, pues no entendí esa última parte.

—Nos mudaríamos juntos este jueves, nos dedicaríamos a organizar todo el viernes y el sábado, nos casaríamos en Las Vegas, apostaríamos y tendríamos la borrachera más grande de la vida, nosotros solos.

Por alguna razón, me puedo imaginar casándome en las vegas.

—¿Sabes algo de mi anillo? 

Oliver mira mis manos y se apresura a buscar algo en su bolsillo.

—Supuse que algo así podría pasar con la confusión del accidente, así que compré uno nuevo —veo como el hombre se arrodilla y destapa una pequeña cajita que contiene un hermoso anillo, el cual coloca en mi dedo —espero ganarme tu amor y que este anillo tenga después más significado cuando lo veas, pues pienso ser egoísta, Lorena, no voy a dejar que rompas el compromiso. 

Su mirada me dice que de verdad quiere estar conmigo, no me atrevo a romper el compromiso, pensando en que el día de mañana despierte y sienta que perdí el amor de mi vida, esos sentimientos deben estar en algún lado, solo debo tener paciencia para encontrarlos o simplemente, volver a enamorarme de él, si ya lo hice una vez, no puede ser difícil una segunda.

—Gracias, es hermoso —levanto mi mano y veo el hermoso anillo a tras luz, así que me permito disfrutar ese momento y sonreír —no voy a romper el compromiso.

Se sienta nuevamente a mi lado, con una sonrisa que estoy segura de que en conjunto con el tipo de mirada que me da, haría que más de una caiga a sus pies.  Esa mirada me dice que quiere algo más y verlo acercarse me lo confirma.

—No te arrepentirás —dice muy suave a mi oído.

Una de sus manos alcanza mi cintura, mientras con la otra toca suavemente mi rostro, su tacto me es familiar, es como si mi piel lo reconociera y no puedo evitar cerrar los ojos para poder concentrarme en la sensación que ese roce produce.  Sus labios se posan suavemente sobre los míos y creo que no sé como responder, así que me dejo llevar.

—Interesante —dice alejando un poco su rostro —es nuestro segundo primer beso.

Río ante el comentario y también con un poco de vergüenza, pues aunque respondí el beso, no tengo recuerdos de uno anterior.  Sus labios vuelven a tomar posesión de los míos, pero esta vez con más ímpetu, su lengua pide acceso a mi boca y no me siento cómoda con el nuevo ritmo.

Un quejido de dolor escapa de mis labios, cuando el abrazo aumenta su posesividad, así que lo aparto en seco.

—Perdón —Responde de una, dándose cuenta de que el dolor en mi costado persiste —iremos despacio, no te preocupes, por el momento tenemos un par de maletas que empacar.

Empaco algo de ropa y productos de tocador que estoy segura necesito, junto con una laptop, la cual guardo sin que Oliver se dé cuenta.  Minutos después, estamos camino al hotel en el cual nos esperan mis padres y desde el cual, saldremos rumbo al aeropuerto.

  Minutos después, estamos camino al hotel en el cual nos esperan mis padres y desde el cual, saldremos rumbo al aeropuerto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



TE DECLARO MÍOWhere stories live. Discover now