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Ainhoa entraba por la puerta de su casa, donde tantas y tantas veces estuvo con ella, venía de hablar con su razón de su ser, por la cual había luchado tanto y tanto tiempo, pero no había ido muy bien, ya que su cara no mostraba lo contrario, tenía la mirada triste, la cual llevaba tiempo acompañándola y su postura erguida y orgullosa había desaparecido.

Ambas tenían una magnífica relación, se querían más que nadie en todo el mundo, eran como sus amigos le decían con cariño debido a su inmenso amor "las lesbianas del cuento de hadas" , en definitiva, se querían mucho..., pero ella decidió irse, Luz se fue, estaba echa un lío, tenía dudas, sabía que jamás podría aportar nada a Ainhoa. Ella era una estupenda cocinera, famosa y reconocida, incluso se codeaba con personas muy importantes, y Luz se sentía poca cosa a su lado, y eso la asustaba tanto, esa idea la perseguía desde el instituto, muchas veces oyó a compañeros de Ainhoa comentar algo de eso, y aunque la pelirroja siempre salía a defender su relación a capa y espada, no lograba tranquilizarla los pensamientos de su novia.

Habían pasado solamente un año y medio de relación fuera de Vera del Rey, ya que Ainhoa la esperó hasta que ella se graduara, y tras vivir juntas en Madrid, donde Ainhoa iba ascendiendo cada vez más y más, Luz seguía de apoyo en el restaurante de su tía.

Un día cualquiera cuando Ainhoa llegó a casa, ya no estaba... días antes habían tenido una charla la cual Ainhoa no logró comprender, y por nada del mundo se imaginaba que Luz tomaría esa decisión; no le dijo donde iba, ni por cuanto tiempo, simplemente la dejo y desapareció.

Ainhoa se quedó sumida en un tristeza crónica durante mucho tiempo, Sara, Paolo, Menchu y Fina, que también vivían en Madrid, eran sus mayores apoyos.

Después de su partida, Ainhoa consiguió contactar con ella gracias a uno de los amigos que tenían en común, pero no sirvió de nada.


-¿Diga?- preguntó Luz, fue raro oír su voz después de tanto tiempo

-Hola...- dijo Ainhoa desde el otro lado del teléfono, muy nerviosa tras oírla

-Ainhoa... pero, ¿cómo...? - titubeó nerviosa Luz

-No me cuelgues, por favor; perdóname, ya sé que no querías que contactara contigo y de hecho, me ha costado mucho hacerlo,...-dijo Ainhoa invadida por las lágrimas que ardían en sus ojos

-Pero...- dijo Luz con ansiedad

-No, espera por favor, te quiero decir una cosa importante- dijo Ainhoa apresurada

-Está bien...- se rindió Luz

-Quería decirte que me dolió que me dejases de un día a otro, te has ido por razones que no sé, y no sé dóinde estás ni que estás haciendo con tu vida..., estos dos años sin ti han sido una tortura, no puedo estar un momento más sin ti... vuelve... por lo que más quieras... regresa a casa...- dijo Ainhoa totalmente rota.

-Ainhoa... no puedo, yo... ya sé que ha pasado mucho tiempo, y te extraño tanto que no puedo aguantarlo... pero no puedo... yo lo único que quiero es que seas feliz- dijo Luz muy triste

-Bien... si es lo que quieres...- dijo Ainhoa aún más triste

-Adiós Ainho...- titubeó Luz mordiendo sus labios para callar sus lágrimas

-Tranquila, esta es la última vez que te molestaré, te quiero...- dijo Ainhoa con un hilo de voz antes de colgar


Luz se encontraba en su modesto apartamento, donde la cocina y el salón estaban en la misma habitación, pensando en qué haría hoy en su turno, cuando el sonido del correo de su ordenador la sacó de sus pensamientos; se levantó del sofá y miró la pantalla buscando de qué aplicación le había llegado una notificación. Le acababa de llegar un correo,  pensó que sería de su tía para comentarle las novedades del menú que le había comentado esa misma tarde o simple publicidad, pero cuando lo abrió, se quedo boquiabierta al leer que el remitente era Menchu.


¡Hola Luz!, ¿qué tal estas? Por aquí todo bien, aunque... EN TRES SEMANAS ME CASO, ¿no te parece increíble? Por fin Martínez me lo propuso.

Por cierto, lo de la boda ha surgido hace poco, no quiero que te molestes porque pienses que eres la última en enterarte, ya sabes que te quiero, bueno te queremos, y te apreciamos mucho, por eso quiero que seas una de mis damas de honor,... porfa di que si :( Ainhoa también lo será, pero no te preocupes por ella, ya sabe que tienes que venir y que tiene que aceptarlo si o si.

Por cierto... hablando de Ainhoa, no debería de decirlo, pero creo que lo debes de saber antes si decides venir. Ella está con un chico... si, ya sé que no te crees que este con un tío, y en cualquier momento puede dar el paso al matrimonio, el se llama Hugo y por lo que vemos, está muy enamorado. Él está como loco por casarse con ella (como se entere que te lo he dicho me mata).

Por favor, espero que vengas, y que vengas pronto, así podemos organizar todo entre todos. No te pediría este paso tan grande si no fuera necesario Luz. Desearía tanto que estuvieras aquí en mi día mas especial.

Te quiere y te echa de menos a pesar de todo, Menchu.


Luz se quedó en estado de shock, ¿Ainhoa casarse... y con un tal Hugo? ¿Desde cuándo? Miles de preguntas ilógicas bombardearon su mente y lo único que pudo hacer es volver a leer el correo. ¿Por qué Menchu le pedía que fuera pronto? Movió el ratón distraiga y vio que el mensaje seguía más abajo.

DECISIONES (ADAPTACIÓN LUZNHOA)Where stories live. Discover now