AMAR JUNTO A LA SOLEDAD

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CAPÍTULO 9:

ARIANA:

Hace tres días que se fueron Barry y Abigail. Quise que se quedaron por un poco más de tiempo, pero no podían. Abigail me prometió que la próxima semana volvía, al parecer ya tienen en mente un lugar en donde montar su negocio de comida.

Al final optaron ella y Barry montar un negocio de comida rápida.

Me encuentro ayudando a Madelin a realizar unas muñequitas de ballet, quiere regalarles algo a las compañeras de ballet de Ibbie. Hoy Ibbie tiene presentación en su academia de ballet, es la hermana pequeña de Madelin.

Esto de hacer las pequeñas muñecas de ballet es muy complicado, tengo que tener paciencia para hace los pequeños tutus.

— ¿Crees que les gusten? — pregunta Madelin, mientras gira a ver la pantalla del televisor en donde estamos viendo gossip girl.

— Tiene que gustarles. Sino a la fuerza les obligo que les gusten. Por las puras no estoy batiendo mi récord de paciencia en esto. — Madelin solo atina a reírse y negar con la cabeza.

— La verdad esto es cansadísimo. Nunca debí ofrecerle a Ibbie que podía hacer estas muñequitas para ella y sus amigas del ballet. Ya me cansé. — suspira frustrada.

Asiento con la cabeza.

Ibbie hace un momento vino toda emocionada e ilusionada a ver el avance de las muñequitas, vino a ayudarnos un rato, pero luego se fue a alistarse para su presentación de hoy. Va a caracterizar el lago de los cines, es la bailarina principal y está muy emocionada por ello.

El sonido de una llamada me distrae de hacer el ojo a la muñeca, suspiro frustrada al ser consiente que puede que no me salga bien luego de mi pequeña desconcentración. Miro el móvil, es papá. Contesto la llamada rápido.

Pero hubiera preferido no hacerlo, papá quiere que mañana me reúna con Breyck para que me de unos documentos. Y me explique algo sobre los negocios que tienen.

No quiero ir.

Pero sé que sino voy los negocios de mi papá están en juego. No puede pedirle a Camilo que venga por esos documentos, porque Breyck ha pedido necesariamente que papá no mande a Camilo a verlo. No sé cómo papá ha aceptado las condiciones de ese idiota.

Así que tengo que ir forzosamente.

— ¡SERENA Y DAN TIENEN UN HERMANO! — el grito de Madelin me hace romper de mi burbuja de hechizo y me concentro de nuevo en los tutus que tengo en la mano a punto de pegar.

Y giro para seguir viendo la serie.

Las series al igual que nuestra vida tienen cambios.

****

No he visto a Breyck desde nuestro último encuentro, en donde me saco casi toda la verdad de mi presencia aquí en Madrid. No fue tan idiota al creerse que estoy aquí en Madrid por "cambiar de aires" como bien lo ha dicho. Le puedo engañar a medio mundo menos a él. Como bien me lo ha dicho.

Sus iris azules poseen algo que se te hace flaquear y querer decirle todo. Hasta tus secretos más oscuros.

Lo único que tengo en claro es que sabe más de mí que lo de yo de él. Lo subestimé al creer que no estaba averiguando sobre mi vida, quise pensar que solo lo hacía por molestarme y tener respectiva cautela con él. Que hasta ahora no tengo.

Hasta atrevo a decir que está en cada paso que doy sin que yo lo note.

Entro al restaurant y lo encuentro ahí sentado, con esa expresión neutra que tanto lo caracteriza. Se mantiene ajeno a todo lo que pasa a su alrededor mientras mira unos documentos.