prólogo

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Se mira en el espejo del auto, acomoda su flequillo hacia un costado haciéndolo caer en la frente, levanta las cejas cuando todo está en su lugar y sonríe satisfecho, sale del auto con la mirada en alto porque él lo sabe y todo el mundo también.

Él sabe con exactitud que es el joven más popular en todo el campus, siendo marical de campo y afortunado por ser tan guapo, no hay una persona que no haya suspirado por el hombre. Sabe que lo tiene todo y que es demasiado feliz para tan corta vida, su felicidad es evidente cuando sale de casa y ve a su magnífico auto negro estacionado en la calle, el hecho de que su camiseta de fútbol americano le queda magnífica y sus músculos son notables en el poco espacio de visibilidad de piel que la camiseta le permite, su padre que le ha dado todo y mucho más por cada uno de sus logros, la cantidad de mujeres que se avalanchan hacia él cuando entra a un lugar, él lo tenía todo y eso lo hacía extremadamente feliz .

Pero cuando Louis tiene la mente en positivo, toda su felicidad se va en pique cuando lo ve. Louis es demasiado feliz hasta que Harry Styles entra en su panorama.

A unas cuantas mesas en la hora del almuerzo, rodeado por algunas personas, riendo escandalosamente por algo que ha dicho un chico. Su cabello le llega hasta los hombros y rebotan en la zona por cada movimiento que hace con la cabeza negando hacia el chico a su lado, están bromeando.

Louis tiene el ceño fruncido, odiando cada acción y hasta que sus ojos se encuentran, el rizado levanta las cejas y Louis aleja la mirada hacia otro lado, volviendo su atención hacia su grupo.

Sus compañeros de fútbol americano están con él, haciendo más ruido del necesario, gritando a toda voz sobre una fiesta de comienzo de clases, las porristas rien ante los comentarios de los chicos. Louis aún no entiende porque se ríen de absolutamente todo, es decir, quiere a los chicos pero no son para nada graciosos. Mira hacía la izquierda y ve a Niall en un extremo de la mesa con su pulgar arriba, Louis solo asiente ante su más cercano amigo.

Un peso extra se hace presente en su regazo y sabe de quien se trata: Nicole.

—Hola, Lou —la rubia sonríe a más no poder, sus ojos desaparecen por sus pestañas largas y envueltas exageradamente en rimel, sus labios están pintandos de rosas y Louis cree que se ha excedido de rubor.

—Hola, Nicole —el ojiazul le devuelve la sonrisa, sabe que todas las miradas están posadas en ellos porque los gritos se han convertido en susurros.

—¿Como has estado? —ella sigue sonriendo, pasa una de sus manos sobre la mejilla del ojiazul, Louis siente sus largas uñas sobre su barba recién creciendo.

—Bien ¿Tu? —sus dedos aún delinean su mandíbula y Louis siente que una mirada está penetrandole la frente, él no quiere buscar esa mirada.

—Bien, he visto muchos lugares bonitos en las vacaciones —su voz es de puro entusiasmo–. Después hablaremos, tengo cosas que hacer —la chica plantea un beso en su mejilla y se levanta de su regazo.

Louis puede escanear el cuerpo de la chica, sus curvas formando un reloj de arena, pechos grandes que rebotan al estar haciendo algo, cabello cayendo hasta la cintura, la pollera es demasiado corta dejando fantasear a algunos y sus piernas bien definidas por tantos ejercicios. El ojiazul la ve alejarse después de saludar con un movimiento de mano y así la mitad de las porristas la siguen por detrás, Louis mira su regazo, nada.

Bufa en señal de frustración.

—¿Donde fuiste en tus vacaciones, Lou? —una de las chicas preguntan, Lila, la rubia adorable, apodo por cortesía de Niall.

—Mi papá estuvo insistiendo en conocer algunos países de latinoamerica y eso hemos hecho —todos los ojos posados en él—. Hicimos un tour por Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay, dejamos los demás para las vacaciones próximos.

por amor al arte-ls mpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora