Reed Queen; Peeta M.

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🏹🍃 chapter 8: 𝕷𝖆 𝖆𝖗𝖊𝖓𝖆

TODOS ERAN ESPECTADORES DE LO QUE SUCEDÍA DENTRO DE LA ARENA, me encontraba sentada en el sofá con Haymitch y Effie ha mis lados. La mayoría ya había sido eliminado quedando tan solo de 9 a 10 jugadores.

Todo había dado un ligero cambio, Peeta se había "unido" ha Cato y ha su séquito de idiotas, mientras tanto Katniss se encontraba tratando de escapar del grupo.

—¿Qué está haciendo? —Trinket frunció el ceño al ver ha Katniss llegar casi al final del mapa.

—Solo está tratando de estar lo más lejos de el grupo de Cato —Haymitch, bebió de su copa de licor.

—Me sorprende que no haya matado ha nadie hasta ahora —murmure, cruzando las piernas.

—No servirá de mucho que se esconda —Effie hizo una mueca.

Seguimos observando por unos instantes antes de que el fuego empezara ha rodear el lugar en donde Katniss se encontraba, la chica corría tratando de escapar del fuego.

Corrió por un rato esquivando las bolas de fuego que iban directamente hacia ella y los árboles que aparecían de nada. Hasta que llegó ha un lugar que pensaba seguro.

Una bola de fuego iba directo hacia ella, optó por hacerse hacia un lado pero el fuego alcanzó ha rozar su muslo haciéndola soltar un gemido de dolor.

—Maldición — murmure al ver como su muslo empezaba ha sangra levemente.

—Debes mandarle un paquete —Haymitch me miro esperando una respuesta positiva.

—Aún no —negué, si se lo mandaba por el día correría el riesgo de que Cato y su equipo la encontraran.

—¡Se infectará si no lo haces ahora, Zhapyra! —elevó la voz.

—Zhapyra sabe lo que hace, tranquilízate, me exasperas —Effie lo miro por unos segundos de manera molesta.

Pronto Katniss se encontraba siendo perseguida por Cato, su grupo y al final de estos Peeta. Katniss escaló un árbol y Cato trató de subir pero le fue imposible.

—Solo espera unas horas más —pedí sabiendo que la chica no podía escucharme.

DIA DOS DENTRO DE LA ARENA, CAMINE ENTRE EL PASILLO DIRIGIENDOME HACIA EL CENTRO DEL CAPITOLIO, mire de lejos ha Crane, miraba pensativo las rosas rojas que adornaban todo el patio.

—¿Ha que se debe tu visita, Zhapyra? —interrogó aún fijo en las rosas.

—Necesito hablar con él —pase mi mirada de las flores hacia él.

—Sabes dónde encontrarlo —por fin su vista fue hacia mi.

—No me recibirá solo por que si —murmure de manera obvia.

Se giró hacia mi y suspiro, me indicó que lo siguiera haciendo un gesto con la cabeza, caminamos en un silencio no tan incómodo por un rato, hasta que llegamos.

La gran Casa Blanca era la exhibición principal junto ha sus patios grandes llenos de rosas blancas y rojas. Y ahí estaba él, mirando de manera suave las flores.

—Acechar desde lejos es de mala educación, Zhapyra —hablo sin dejar de ver las flores —, no recuerdo haberte educado de esa manera.

—Abuelo...

Si, era la nieta del hombre que había continuado con todo esto. El que estaba obsesionado con el poder y con ver ha los demás sufrir, Snow.