Capitulo 20

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Los pensamientos de Zoro habían sido un desastre los últimos días pues Sanji lo había estado evadiendo, salía desde temprano a la universidad, en el Baratie siempre andaba ocupado cocinando, atendiendo mesas o coqueteando con las comensales (cosa que lo ponía celoso pero no admitiría), pero hoy, el peliverde está decidido a confrontar a Sanji y preguntarle que ha pensado sobre la propuesta que le hizo, prefería ser rotundamente rechazado a seguir sintiendo su indiferencia.

El espadachín termino rápido su trabajo, tomo el autobús hacia su casa y sorprendentemente no se perdió (mucho) en el transcurso del camino, así que llegó más temprano de lo habitual a su departamento, estaba al frente la puerta, sentía su corazón a mil por hora, su rostro arder y su respiración era agitada, tomo una bocanada de aire, puso la contraseña y entro a su departamento.

Desde su habitación, Sanji pudo escuchar la puerta abrirse, lo cual lo sobresalto y empezó a pensar en mil y un maneras de huir para no encontrarse con Zoro «Podria salir corriendo ahora mismo… pero el está en la puerta, quizás podría encerrarme en mi habitación hasta que sea hora de ir al Baratie aunque sería muy obvio que lo estoy evitando, tal vez si me aviento de la ventana pueda escapar» rápidamente se dirigió hacia la ventana pero… su departamento se encontraba en el tercer piso, así que si se aventaba no saldría ileso, solo terminaría en el hospital y allí no tendría como escapar de Zoro, aunque la idea de que lindas enfermeras lo cuiden le parecía algo tentador. «Sanji, eres un hombre, así que debes afrontar a Zoro, no huyas más, tu no eres un cobarde» pensó mientras se miraba al espejo y trataba de controlar su respiración.

"TOC TOC" -Sanji ¿Podemos hablar? - se escuchó del otro lado de la puerta la voz un tanto temblorosa del marimo

- C-claro, pasa - contesto sin una pizca de la valentía que tenía hace tan solo unos segundos atrás

Zoro abrió la puerta decidido, tratando de parecer serio aunque por dentro estaba muy nervioso. -¿Qué has pensado de la propuesta que te hice en el barco? - pregunto en cuanto entró sin darle tiempo al cocinero de cambiar la conversación o escapar

Sanji se puso rojo cuál tomate, no sabía que contestar - E-este… no se de que me hablas - dice tratando de hacérse el desentendido

Zoro se acercó a el rápidamente y lo acorraló contra la pared - Si no supieras de que hablo no me habrías evitado todo este tiempo - cuestionó serio

El ojiazul estaba realmente avergonzado y estaba empezando a pensar que debió haberse lanzado de la ventana en cuanto escucho a Zoro llegar.

Suspiro, la hora de enfrentar a Zoro había llegado y la situación obligaba al cocinero a tomar una decisión y sería la más sensata y desde el fondo de su corazón.

- Pues está es mi respuesta - dijo mientras rodeaba el cuello peliverde con sus manos y lo besaba

Aquella acción lo tomo por sorpresa, pero decidió dejarse llevar y esbozo una pequeña risa de victoria, con sus manos tomo la cintura del rubio para acercarlo más a su cuerpo y profundizar el beso.

« Quizás deba decirle que el es la persona de quien estuve enamorado todo este tiempo, pero creo que debería hacerlo sufrir un poco antes de confesarse lo » pensó antes de separarse del peliverde - Pero debemos poner condiciones para todo esto - indico un poco jadeante debido a la falta de aire

El contrario fruncio el ceño - Esta bien -

- Primero que nada, esto será un secreto para los chicos así que nos seguiremos comportando como antes, está prohibido que me toques sin mi consentimiento, no podemos ser celosos el uno con el otro porque todo esto es físico - La tercera regla de Sanji no le agradaba mucho al peliverde pero lo obedecería, pues con el tiempo cambiaría de parecer - Y por último no nos podemos meter en la vida amorosa del otro porque  todo esto es solo físico - El rostro de Zoro fue todo un poema, pues en cuanto escucho lo último sintió dolor en su corazón porque para Sanji todo esto era físico

« Aún sigue enamorado de aquel idiota que nunca le hizo caso » pensó con enojo « En cuanto sepa quién es el partiré la cara por hacer sufrir a Sanji » trato de tranquilizarse y seguir adelante - ¿Alguna otra regla? - pregunto lo más sereno que pudo, aunque su enojo era más que evidente

« Esto es más divertido de lo que imagine » soltó una pequeña rosa antes de contestar la pregunta que le hizo el peliverde - Si, es… - No pudo terminar de hablar ya que en cuanto el peliverde escucho el "si" del cocinero, se abalanzó sobre el para besarlo nuevamente

La pasión y el deseo se apoderó de ellos, los suspiros y leves gemidos comenzaron a llenar la habitación, torpes movimiento para llegar a la cama mientras las prendas caían al suelo, ojos deseosos de más y llenos de amor, amor que no eran capaces de expresar correctamente y escondían.

Las manos de Zoro recorriendo su cuerpo, los besos en el cuello y pequeños chupetones que le dejaba a su paso hacían a el rubio sentirse en las nubes, aún era de día y podía ver todo claramente, no era como aquel día, ahora ambos estaban sobrios y cada pequeña acción se sentía incluso más.
El espadachín estaba extasiado por los gemidos provenientes del ojiazul y como reaccionaba a cada pequeño movimiento que el hacía. Quería escuchar más, hacerlo sentir tan bien, que se olvidara de todo y de todos estando con el. Pronto llego a la zona más sensible de Sanji, tomo su miembro y lo metió a su boca, está acción tomo totalmente desprevenido a Sanji y esbozo un ronco y sonoro gemido, trato de empujar al moreno para que dejara de chupársela pero el placer era tal, que se sentía sin fuerzas y su cabeza estaba en blanco, el espadachín siguió con su trabajo hasta que el ojiazul alcanzo el clímax.

El ojiazul jadeaba con un poco de cansancio, mientras el moreno lubrico un poco sus dedos y sin precio aviso introdujo uno.

- Ngh es-espera - su espalda se arqueo ante el placer

Al ver esto, el marimo empezó a aflojarlo hasta que pudo introducir un segundo dedo, ahora jugueteaba en su interior y abría sus dedos como si de una tijera se tratase además de simular pequeñas envestidas que buscaban el punto más placentero del rubio quien solo podía retorcerse del placer y soltar gemidos, luego de un rato introdujo el tercer dedo, siguió simulando embestidas por un buen rato hasta que encontró la próstata e hizo gemir como nunca al cocinero quien ya se había entregado por completo al placer.

- Ya métela por favor - suplico con ojos deseosos

En ese momento la paciencia que el peliverde había tenido hasta el momento se acabó, saco sus dedos del interior del rubio quien se sintió un poco vacío, se posicionó su entrada e introdujo rápidamente su miembro.

El espadachín soltó un sonoro gemido y Sanji quedó atónito, pues jamás había escuchado un gemido así proveniente de el y eso lo éxito tanto que estuvo a punto de venirse.


Hasta aquí el CAP de hoy, espero que les haya gustado jsjsja disculpen la desaparición, tenía un bloqueo creativo. No se fada cuánto subiré caps porque ando trabajando, en fin espero que hayan disfrutado este cap los quiero, bye 💗

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