𝒞𝒶𝓂𝒾𝓈𝒶 𝒹𝑒 𝒻𝓊𝑒𝓇𝓏𝒶

11 1 2
                                    

Hasta que mis uñas sangran.
Entre gritos, soy detenido.
Y mis desesperadas súplicas cesan
Al sentir la retención amarillenta
En mi cuerpo, como es debido.

Suspiro sorprendido por la sensación.
Mis brazos quedaron inutilizables.
No encuentro palabras semejantes
Para expresar mi dolor,
Ni encuentro palabras iguales
Para expresar mi felicidad y sumisión.

Y me abrazo. La fuerte tela me ayuda a abrazarme.
Me obliga a hacerlo.
El odio y la dulce sensación,
Mezclándose en mi interior.

Pero ¿Por qué me gusta?
Plácida retención de mis impulsos,
A quedarme quieto me obliga.
Pero ¿Por qué lo odio?
Protección me brinda.
De mi mismo.

Me tiro al suelo. Me rindo al deseo.
Me abrazo, lloro, me relajo.
Me quejo, forcejeo, me resisto.
Comprendo, entiendo, acepto.

En el piso mis anhelos frustrados,
Pero otro nuevos nacen.
Ya no siento mis brazos.
Mi piel arde.
Mi felicidad renace.
Mi odio se guarda para después.

Me duermo abrazado a mi.
A mi camisa de fuerza.
Y me concentro en no pensar en lo que mañana pasará, sin la tela amarillenta.

𝕾𝖚𝖘𝖕𝖎𝖗𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔Where stories live. Discover now