𝕾𝖚𝖘𝖕𝖎𝖗𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔

𝒥𝒶, 𝒿𝒶, 𝒿𝒶. 𝒬𝓊𝑒 𝑔𝓇𝒶𝒸𝒾𝑜𝓈𝑜. 𝒬𝓊𝑒 𝓇𝒾𝓈𝒶

Dime, dulce y tonto arlequín de mi corte.
Dime algo gracioso que mi risa no interrumpa.
Vamos. ¿Te queda alguna duda?
¿De que tu trabajo haces mal?
Pobre mente dañada e inmoral.

No me puedo quejar mucho.
Bueno. Si puedo.
Arlequín divino que mi trono no merece.
Cada palabra que sale de tu boca,
Adormece.

Mis oídos se aburrieron.
Dime algo aburrido,
Que me despierte.
Algo que tus chistes de mi mente aleje.
Dime, arlequín de mi alma,
¿Alguna vez usaste un arma?
Serías mejor de guerrero que de diversión.
Arlequín, tonto arlequín de mi corazón.

Por favor, querido, date cuenta.
Tus palabras no me afectan.
En ningún sentido.
Solo me hacen querer desterrarte y dejarte en el olvido.
Llévate tus cascabeles y tus zapatos en punta.
Arlequín con mala suerte que conmigo se junta.

¿Te he dicho que tus chistes no me dan gracia?
¿Te he dicho lo irritante que es tu risa?
¿Te he dicho todas las veces que quise echarte con prisa?
No lo hice.
Tienes una chance.
Hazme reír.
Y no hables de tu vida.
Porque mi sonrisa sobre tu tumba si bailaría.

Y ja,
Ja,
Ja.
Que gracioso es verte llorar.
Ja,
Ja,
Ja.
Que divertido es verte sufrir.
Y Ja,
Ja,
Ja.
Que gracioso es verte sangrar.
Ja,
Ja,
Ja.
Que divertido es verte morir.

Que risa, Dios Santo.
¿En qué siglo estamos?
Me haz hecho olvidarlo.
Tan pobre y atrasado.
Inútil.

No te sientas afectado, corazón.
No eres el primero que mi desaprobación recibe.
Con suerte, serás el primero que sobrevive.
Aunque no creo, mi amor.

Serías mejor alfombra que diversión.

Enséñame a bailar, y yo lo haré mejor.
Enséñame a reír, y yo lo haré mejor.
Enséñame a cantar, y yo lo haré mejor.
Enséñame a ser tú, que yo me mataría mejor.

Arlequín, mi amor.
Que esto te sirva de lección.
Si tu linda boca abres,
Que sea para decirme lo bien que me veo,
Lo hermoso que estoy,
Porque para nada sirves sino.
Arlequín de mi vida,
De mi corazón.
En tu tumba baila mi sonrisa.
Y que gracioso.
Que risa.
Fuera de mi vista.
Púdrete en la brisa.
Arlequín de mis sueños.
Mi vida.