Astrid entra en el programa de canto más importante de España. Violeta también.
Ambas, conforme van pasando los días, se inundan en un mar de dudas, pensamientos intrusivos y, por qué no decirlo, pasión. Pero Astrid no sabe lo que quiere ni siente y...
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El estruendo de una melodía resuena por todos los rincones de la academia. Son las diez y media, hora de levantarse. Anoche no se muy bien la hora en la que me fui a dormir, solo recuerdo que el cielo empezaba a clarear. Tal vez eran las cinco de la madrugada o algo así, prefiero no saberlo. Siempre que estoy con las chicas el tiempo se me pasa volando, pero nos faltó Astrid. La invité a que viniera con nosotras pero se fue con Chiara, vi en primera persona como me dejó plantada, y ya no volví a saber de ella en toda la noche. No me molestó, al final ella es libre de decidir que hacer en cada momento, pero tal vez me sentó un poco mal. Es la única chica con la que todavía no he entablando una conversación y quiero conocerla bien. En fin, supongo que con los días esto irá cambiando. Cuando salgo de la habitación me sale una sonrisa tonta. Me presenté al casting para la edición del 2020 y llegué a los últimos treinta aspirantes para la gala 0. No me cogieron. Y hoy, casi cuatro años después, estoy aquí.
- Buenos días.- dice Paul. Está despeinado y con un pijama azul de terciopelo. Parece un niño pequeño. Rio por su aspecto.- Tu no estás para reírte.
- ¡Oye!- respondo y le tiro lo primero que pillo, que es una toalla.
Ya hay algo de movimiento. Algunos están ya en la cocina, otros prefieren arreglarse antes de desayunar y luego está Martin, que está sentado en uno de los puf's y mirando al suelo fijamente. Este chico me representa tanto.
- ¡Buenos días!- entra Noemí en los vestuarios. Dentro de la habitación todavía hay gente durmiendo y supongo que ha venido a poner orden. Yo me lavo la cara para darme un poco de vida después de las cuatro horas y media dormidas, no quiero parecer un cadáver frente a tantas cámaras. También me pongo el micrófono, algo muy importante para poder hacer vida aquí dentro. Una vez he hecho esto camino a la cocina donde hay una gran variedad de cosas para el desayuno. Me sirvo algo simple, solo una tostada y alguna pieza de fruta.
- ¿Nos sentamos?- me pregunta Denna
- Si, espera.- cojo algo más y nos sentamos en la mesa de la izquierda del comedor. A nuestro lado están Álvaro, Chiara, Ruslana y Astrid hablando de la gala de ayer. Yo no puedo evitar escuchar.
- Yo no sé qué opinar. No se que fue de mi. Literalmente no me acuerdo de nada.- dice la rubia, Astrid.
- Lo hiciste muy bien.- responde Ruslana.
- Si, en la Green Room estábamos flipando.- añado y me mira totalmente seria. Como si me odiara.
- Gracias.- responde seca, sin vida, y vuelve a hablarle a los demás. Denna y yo nos miramos extrañadas. Quiero pensar que es así de borde por qué se acaba de levantar, pero se me pone mal cuerpo al ver lo bien que les habla al resto. Poco a poco nos vamos uniendo a su conversación, aunque ella y yo seguimos sin intercambiar palabras. Lo volvería a intentar pero me ha incomodado un poco su respuesta. En un momento la rubia se levanta y se va a los vestuarios, supongo que para cambiarse. Es muy seria y no me gustan nada las personas serias. Siento que no compagino bien con ellas.
