Capítulo 47 Mudanza

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Lea

Bajamos para empezar a preparar la cena. Estuvimos un rato pensando hasta que se nos ocurrió hacer unos sándwich de ternera con queso, tomate, y cebolla caramelizada.

Hicimos tres por si a Jake le apetecía uno cuando volviera.

Cuando acabamos de cenar, nos fuimos al salón y nos sentamos en el sofá.

- ¿Qué podemos hacer? - preguntó Beca.

- Mascarillas faciales, manicura, karaoke y película - sugerí.

- ¿Y con qué vamos a hacer todo eso? - preguntó. Me levanté y fui por mi mochila. Al volver, dejé sobre la mesa unas cuantas cintas para el pelo, unas mascarillas y pintauñas y por último un pequeño altavoz - ¡Eres la mejor!

- Lo sé - dije con una sonrisa.

Pusimos música de fondo y nos empezamos a pintar las uñas mientras hablábamos. Ella eligió un rosa caramelo y yo un azul celeste no muy brillante. Cuando acabamos, cada una se cogió una cinta para el pelo a juego con el color de sus uñas y una mascarilla que había que dejarla puesta quince minutos.

Subimos la música y empezamos a cantar como si nos fuera la vida en ello.

Empezó a sonar "La promesa, de Melendi". Nos miramos y la cantamos al unísono con todo el sentimiento que podíamos poner.

Al acabar escuchamos un carraspeo desde la puerta donde estaba Jake mirándonos.

- ¿Qué hacéis par de locas? - preguntó y antes de que pudiéramos decir nada él habló - la verdad, prefiero no saberlo.

Beca y yo nos miramos con complicidad y asentimos. Nos acercamos lentamente a Jake y antes de que pudiese escapar la arrastramos al sofá.

- Esta noche vas a ser una de nosotras - dijimos Beca y yo.

- ¿Qué?, claro que no - se negó.

- Venga hermanito -Beca puso ojos de cachorrito.

- Hazlo por nosotras - imité a mi amiga. Él soltó un suspiro frustrado y finalmente aceptó.

Media hora después teníamos a Jake entre nosotras con una cinta para el pelo, una mascarilla y las uñas pintadas de violeta mientras veíamos la película Culpa mía.

- No sé qué le veis, yo soy mucho mejor - dijo Jake después de vernos suspirar por el protagonista.

- No - habló Beca.

- Para nada - esta vez fui yo.

- Uno aguantando todo esto para que ahora le salgan con esto - dijo indignado y nosotras nos reímos.


Una hora y media después la película acabó, encendimos las luces y Beca bostezo.

- Yo me voy a la cama, os dejo tortolitos - dijo con una sonrisa inocente.

Al principio nos quedamos en silencio hasta que un recuerdo me vino a la mente.

- Por cierto Jake - le dije con la mayor calma que pude reunir - ¿¡me puedes explicar esto!? - señalé donde tenía el morado. Él me miró perdido hasta que empezó a reírse - no tiene gracia, he ido con esto a todos lados - dije indignada.

- Si quieres puedo hacer otro para conjuntarlos.

- ¿Qué? - pregunté aturdida hasta que conseguí reaccionar - ¡Claro que no, idiota! - aparté la mirada roja como un tomate - quiero una compensación - dije en broma.

- Está bien, ¿y qué quiere la enana?

- Quiero que veas conmigo otra película como esta - él suspiró pero al final aceptó.


Al final acabé durmiendo con Jake para no despertar a Beca cuando entrara en la habitación.

Seguro que es por eso.

Al mediodía volví a mi casa para cambiarme e ir por Enzo. Estaba a punto de entrar cuando alguien me llamó.

- Lea, espera - me gire viendo a Blake.

- Hola Blake, ¿qué pasa?

- Hace mucho que no nos vemos, ¿ha pasado algo y no me he dado cuenta?

- No, claro que no - le dije rápidamente - es que estos días han sido un poco complicados y he estado muy ocupada pero te aseguro que mañana tendré el día libre.

- Está bien.

- O espera, tengo que ayudar a un amigo a trasladarse, si vienes, aparte de ayudarnos, podríamos hablar y ponernos un poco al día.

- Me gusta el plan.

- Pues me cambio y nos vamos.


Ya llevábamos más de media hora de viaje hablando cuando llegamos al CAVC.

Le mandé un mensaje a Enzo avisándole de que ya habíamos llegado y él me respondió que estaba en su habitación acabando de sellar unas cajas.

Entramos y avisé al personal del centro de que en unos cinco minutos fueran a la habitación de mi amigo para ayudarnos a meter sus cosas en mi coche.

Tocamos la puerta y, cuando Enzo me iba a saludar, vio a mi acompañante y se calló .

- Hola - al fin habló para después aclararse la garganta, no le di mucha importancia y él siguió hablando - pasad, ya estoy acabando de cerrar las cajas - entramos y los presenté.

- Enzo, él es Blake, uno de mis mejores amigos.

- Un gusto - dijeron ambos.

Justo llegaron los empleados y empezamos a llevar las cosas al coche.

El viaje al principio fue un poco incómodo pero tras un rato se fueron relajando y el viaje transcurrió con normalidad.

Al llegar, fuimos hasta la casa que me comentaron Tom y Candy. Abrí con una llave que me habían dado y empezamos a descargar todo. Diez minutos después ya lo habíamos bajado todo.

- Estrellita, creo que Enzo y yo podemos acabar de ordenar todo solos, seguro que tienes que ir a dar una vuelta con Milo y Kiko - habló Blake mientras se miraban con complicidad.

- Está bien - los miré dudosa - si necesitáis algo, llamadme.

- Claro - dijo Enzo.

Les di un abrazo a ambos y me fui.

Mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora