9. nunca podre odiarte.

63 5 2
                                    

— Mamá

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


— Mamá.. ¿Quien es él?

— Él es Carlos, será tu amigo.

...

Carlos y Ari se conocieron gracias a sus abuelos, ambos hombres exitosos y socios de la venta de licor. Algo que por obvias razones los mantuvo unidos.

Desde pequeños han estado muy unidos, al principio ambos eran muy amigos, la manera que ambos estaban era, demasiado.

Inclusivo sus padres pensaron lo peor, su cercanía era algo inusual. La manera que Ari desde pequeño protegía y miraba a Carlos era rara.

— Hijo, cuando crezcas, traerás a tus hijos a aquí.

— ¿Hijos? Jamás pensé que estar con una chica.

— Pero, tienes 16 años, digo, se que es pronto pero solo pienso que a tu edad ya debes interesarte por ese tipo de cosas.

— Sabes mamá, tal vez jamás me lleguen a gustar las chicas. Tal vez nunca me llegue a enamorar de una.

— Tu-.

Ari poco a poco empezó a distanciarse de sus padres al pensar lo peor, ambos sabían en lo que se estaba convirtiendo.

— ¿Eres gay?

— No lo se, Creo que cuando estoy contigo, siento eso..

— Pero, somos hombres, yo- yo creo que te estarás confundiendo, sabes que eso es del demonio.

— No me importa, si todos me odian por amarte entonces que me odien.

Y así paso, con el paso del tiempo, los años corrieron y el joven Carlos se volvía cada vez una belleza, superando incluso a la mujer más bella, era increíble como se había superado, sus padres se pusieron orgullosos cuando se enteraron que había perdido la virginidad.

Bueno, tal vez eso demostraría que él no era igual de rarito que su amigo, ¿no? Eso Pensaban sus padres.

El pequeño secreto que ambos han estado guardando desde los 18 años.

Que se puede esperar de unas copas pasadas de más y que el chico más hermoso y quien había estado enamorado de él desde niños no hubieran aprovechado. Claramente había perdido la virginidad, lo que no sabían era que era su amiguito quien le ayudó.

Lamentablemente a eso solo afecto que Ari se sintiera más atraído por él y Carlos en ese momento haya cambiado su personalidad.

Hasta que conoció a Sebastián, fue la primera vez que sintió la necesidad de menear su cola como gato para llamar su atención. Quien lo diría, terminaría obsesionado con él durando los 2 años, y el pobre de Ari por más de 14 años. Sería injusto. Pero así es.

— Eres un chico lindo, pero lo que me pides es algo que no va contigo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Eres un chico lindo, pero lo que me pides es algo que no va contigo.

— ¿Vas a juzgarme?

— Para nada, solo digo.

— Si él no logra lo que quiero, se que ustedes lo harán.

— ¿no es mucho?

— ¿Cuando es mucho? Además, les pagaré y disfrutarán al mismo tiempo.

— Lo sabemos, pero este caso es un hombre   ¿Quieres que hagamos eso a un hombre?

— ¿Hay alguna diferencia? Lo hacen y ya, no es difícil y pronto les encantará.

— Si tu lo dices..

Carlos sonrió, plan a, plan b, sin duda su vida tenía mucha suerte. Sólo debía esperar si lo hacía o no. Todo era trabajo de Ari.

....

— Andrés

Ari lo llamo en todos los lugares. Era extraño. ¿Donde estaba?

— Gracias.

Ari escucho desde el otro cuarto una voz muy familiar.

— No hay de que..para eso están los amigos~

Sintió de nuevo ese malestar, sin duda, recordaba esa asquerosa voz. Al entrar al cuarto vio a Andres recibiendo muchos libros de diversas áreas, obviamente, Francisco entregándole descaradamente chocando sus manos seductoramente.

— Estas aquí.

— ¿¿Ehh?? — Tanto Fracisco y Andrés se quedaron viéndolo, su mirada fulminante y viendo a Fracisco detenidamente analizando sus movimientos era escalofriante.

— Yo..mejor me voy. — Sin nada más, corrió lejos cerrando la puerta haciéndola sonar muy fuerte.

— ¿Que haces Aquí?

— Vine por ti, pero veo que sigues con él.

— Es mi amigo, solo me dio unos libros para un examen que viene.

— ¿Por qué no me los pediste a mi?

— ¿Por qué debería?

— Sin duda...estas acabando mi paciencia.

Andres miraba confundido a Ari, pero aun así un pequeño sonrojo salió de su rostro, pensar que Ari se acercaba a él más y más rompiendo su espacio personal.

— ¿H-Hey que estas haciendo?

— Viendo si no te volvió a besar como un idiota.

Ari inconscientemente empezó a acercarse demasiado a él.

— Sal conmigo.

— ¿Qué?

— Es fin de semana, no tienes planes y yo tampoco,  sal conmigo.

— ¿Si lo hago dejaras de seguirme?

—mm, bueno.

Andres frunció su ceño un poco y acepto, Por su parte, Ari volvió a sonreír y se lo llevó lejos de ese lugar pequeño.

— Créeme que estarás mejor conmigo que con él.

— ¿Qué?

— Nada.

Andres no llego a escuchar nada pero sabia que algo estaba mal, pero ni él sabía porque aún así se dejaba arrastrar por él, suspiro al piso y volvió a intentar llevar el paso.

Eran las tres y punto, sin duda sería un día muy largo.

Créeme que hoy mismo te demostraré qué puedo ser mejor que ese.

Nota del autor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nota del autor.

El proximo capítulo no será tolerable por algunas personas por el contenido +18 y mucho más, discreción.

No importa. Nunca podre odiarte. Te amo [spartor]Where stories live. Discover now