22. ...

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1 hora antes.

Carlos agarraba fuertemente a May, quien trataba de sujetar el arma, apuntándose a si mismo.

Carlos fue bruscamente embestido sobre la pared golpeando su espalda con aquel tubo roto, el cual había dejado puntos filosos. Podía sentir como aquellos golpes iban clavándose, dejando rastros del tubo, hasta que por fin May tomó control de sacárselo de encima.

— Eres un imbecil..si hubiera sabido que eras capas de todo para salvar a ese Sebastián, te hubiera manipulado hace años.

— ...Cállate. —Carlos perdió poco a poco sus energías, estaba tirado en el suelo con un dolor insoportable en su espalda.

May agarro el arma que llevaba Carlos, y la recargo listo para apuntarselo en su cabeza. Cuando estaba por cerrar sus ojos, escucho una pequeña voz que se iba acercando.

— Mayo..

Sus ojos se abrieron se par en par al escuchar ese nombre, se volteo apuntando hacia donde provenía esa voz. Decidido a dispararle.

— Mayo..¿Cómo te liberaste?

— Cállate, ¿Quién te crees para llamarme así? — Empezó a apuntar hacia su pecho, pero Felipe no hacía ningún movimiento de defensa, solo se acercaba más a él abriendo sus brazos.

— Ah, así solía llamarte, ¿recuerdas?

Mayo, nombre de cortesía.

Aquel nombre que fue desheredado cuando renunció a toda su vida por él. Ahora, solo llamarlo le recuerda todo lo que hizo por él, y como ahora estaba acabado.

— Mayo, se que no lo harás.

— ¿TÚ QUE SABES?

Felipe llegó a una distancia cercana, el arma estaba chocando con su pecho, May solo lo sostenía con ambas manos. Su cuerpo se tenso que empezó a respirar con más frecuencia, en ese momento, Felipe sonrió maliciosamente, agarrando la mejilla de Mayo, limpiando pequeños rastros de tierra. Mayo solo frunció su ceño, asqueado.

— Puedes matarnos a todos, o solo matarme a mi.

— ¿Qué?

— esa arma, solo tiene le queda una bala, es decisión tuya.

....me das asco.

.
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Mayo correspondió aquel beso, Felipe tomó el arma cuidadosamente, y acercó a mayo hacia sus labios, Felipe miraba de reojo a Carlos quien estaba tirado sobre una pared.

— Entra y explota este lugar.

— Felipe..no quiero hacer eso.

— ...

Hace un momento estaba decidido a matar a todos, ¿cómo ahora había cambiado de opinión? Carlos intenta moverse arrastrándose. Felipe solo lo miro, sus ojos se giraron irritados. Ahora estába solo, debía hacerse cargo de todo.

— Si explotas este lugar, yo estaré muy feliz y orgulloso de ti, Mayito.

Mayo llevaba un brillo en sus ojos, su sonrisa era muy alegre como si se hubiera olvidado de todo lo que habia dicho. Pero, aquel brillo desapareció, pero la sonrisa seguía ahí.

— Felipe, ¿Tú me amas?

— Por supuesto, claro que te amo —Respondió casi al instante, con su sonrisa aun clavada en su rostro.

Mayo empezó a jalar el arma que sostenía Felipe, Y la ponía en dirección a su pecho. Felipe frunció su ceño al sentir el tirón del arma, poniendo resistencia.

No importa. Nunca podre odiarte. Te amo [spartor]Onde histórias criam vida. Descubra agora