TOUCH STARVED ↻ peter parker © [+18]

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'you know it's not the same as it was'

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   LA VIDA PUEDE SER CUALQUIER COSA menos felicidad. Como Dios quiso que fuera, tal vez así fuera una lucha justa para todos, pero la vida era todo lo contrario.

  Recuerdas cuando eras feliz. Sábanas frías y nítidas de un blanco cegador que flotaban sobre tu cabeza como una estrella ardiente que prospera a miles de millones de kilómetros de distancia en la galaxia. Te miró fijamente como la presa de un depredador antes de hundirse profundamente en tu piel, la forma de tu cuerpo infantil delineada por tu nueva piel elegante y sedosa. Recuerdas las risitas frenéticas que se escapaban de tu pecho mientras te sacudías y te agitabas, causando estragos y perturbaciones en la paz que una vez se había asentado a tu alrededor.

  Recuerdas cuando todo parecía perfecto cuando el mundo tenía el más mínimo sentido. Ahora era como si hubiera un rompecabezas y cada pieza encajara perfectamente. Pero habían sido astutos al otro lado de la mesa en un estallido de ira cegadora, cayendo fuera de lugar y fuera de alcance. Ahora te das cuenta de que es posible que tu rompecabezas nunca tenga la oportunidad de completarse.

  Un simple recuerdo de ser una niña acostada en sábanas blancas y frescas te había hecho dormir junto a la cama de Peter. Todo estaba cambiando, el sabor en tu boca se había vuelto amargo y tu lengua había caído áspera contra tus encías después de horas de rechinar los dientes con angustia y anticipación. Ser paciente nunca había sido uno de tus fuertes. Siempre fuiste la inquieta, la que nunca podía quedarse quieta, la que jugueteaba con los pulgares, la que masticaba el cabello. Nada podría mantenerte lo suficientemente satisfecha como para quedarte quieta ni siquiera por el más mínimo momento. Los segundos parecieron horas.

  Pero ahora, en tu vida adulta, te encontraste cayendo de nuevo en esos momentos en los que toda esperanza parecía haber cruzado el charco, despidiéndote con una mano angelical y diciéndote con la otra, riéndote de tu miseria mientras mirabas al abismo. Recordar cómo era cuando lo único de lo que tenías que preocuparte era de pasar el tiempo.

  Todo parecía perdido en esos momentos. Mientras corrías contra el reloj, desafiándolo audazmente mientras caminabas por los pasillos. Contabas las latas en la máquina expendedora dos veces cada hora, reiniciando cada vez que una desaparecía entre las compras. Probaste casi todas las sillas en la pequeña habitación que conocías y entrecerraste los ojos al ver el cuerpo caído que yacía en la misma habitación que tú. No estabas segura de poder soportar mirarlo en este estado.

  Acostado con la misma ropa que había usado esa noche, el hedor del agua de lluvia todavía empapaba la tela. Te mordías el labio cada vez que veías su respiración entrecortada y tartamudeada. Durante un tiempo temiste incluso acercarte, temiendo que si dabas un paso demasiado cerca de su cama podría implosionar. Como si, de alguna manera, te culparas por lo que le había pasado a Peter.