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La semana había pasado rápidamente, y ahora Gyuvin se encontraba yendo a la casa de su novio con una gran caja en sus manos

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La semana había pasado rápidamente, y ahora Gyuvin se encontraba yendo a la casa de su novio con una gran caja en sus manos.

— ¿Estás emocionado cariño? — le pregunto su madre, la cual se encontraba conduciendo.

El menor asintió con un leve sonrojo en las mejillas y su madre rio enternecida, a pesar de que Gyu estaba cerca de cumplir sus 18 años, aún parecía un adorable y tierno bebé.

— ¿Creés que a Ricky Hyung le guste el cachorro, mamá? — cuestiono un poco dudoso mientras abría la caja que tenía.

Observó dentro de esta y vio al pequeño cachorrito durmiendo tranquilamente.

— Le encantará — aseguró la mujer — ya llegamos — avisó.

El pelinegro vio por la ventana del auto y soltó un suspiro para poder calmarse, cerró la caja y la tomo en brazos para luego salir del automóvil.

— ¿Quieres que te venga a recoger? — le pregunto la mujer dentro del coche, Gyuvin se acercó y negó con la cabeza.

— Está bien, de todas formas es fin de semana — comento.

— Si claro, fin de semana — dijo su madre con una mirada pícara, logrando sonrojar al menor.

— ¡Mamá! — le reclamó y la mujer rió.

— Nos vemos mañana, te quiero — dijo con una sonrisa — a tu novio también.

Rió — Nosotros también, mamá. Ve con cuidado — dijo.

Después de que su madre se fuera, se encamino hasta la puerta de la casa de su pareja y con nerviosismo la tocó.

Poco después se escuchó a alguien acercándose para luego ver cómo la puerta se abría poco a poco mostrando a su amado profesor.

— ¿Gyunnie? — cuestiono el mayor con algo de confusión.

— Hola Hyung — saludo feliz. Se acercó como pudo y le dió un pequeño beso en los labios.

— Hola — le devolvió el saludo el mayor, se hizo a un lado para dejar que el menor entrara.

Gyuvin se adentro al hogar del mayor y dejo la caja con delicadeza sobre la mesa de la sala. Se giró a ver al mayor y corrió a él para abrazarlo.

— ¿Que sucede, cariño? — pregunto el rubio con extrañeza.

— ¡Feliz aniversario, Hyung! — dijo el pelinegro con una hermosa sonrisa.

Ricky abrió sus ojos de la sorpresa, y trago saliva nervioso.

“¡Mierda!”

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Por eso uso la calculadora (Ryuvin)Where stories live. Discover now