Semejanza I

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Sentimientos de culpa se entrelazan,
Compasión y piedad afloran,
Una voz sollozante, un grito de auxilio.

Palabras que me agobian,
Reclamos insaciables,
Estoy cansado de esta tragedia perpetua,
Esta herida que nunca sana.
Acciones con consecuencias
Más dolorosas que la propia muerte.

Tu egoísmo, término insuficiente,
La noche se alarga,
Mas mis lágrimas no hallan fin,
La depresión y soledad
Son constantes compañeras,
Fieles visitantes cotidianos,
Anhelo escapar, cesar el llanto,
Mas los intentos resultan vanos.

Aquí el perdón carece de valor,
Nada disipa esta prisión
Que algún día llamaré hogar.
Nada me libra de la tortura
Que día a día soporto.

Conozco ese discurso,
"No es tu vida, no te involucres".
Eres joven para comprender,
Son dilemas de los adultos.

No exijas que supere esto,
Como si fuera algo trivial.

En algún rincón de mi corazón roto,
Reside con nostalgia
El recuerdo de sonrisas
Y momentos congelados,
Que el egoísmo arrebató.

En algún lugar de mi quebrantado ser
Reside aquellos consejos
Que tanto te costó inculcar.
¡Qué ironía!

Jamás olvidaré cómo me heriste,
El día que me abandonaste,
El día que me defraudaste.
Exiges respeto que no mereces,
Que te debo la vida,
Ni respeto, ni vida.
Me dejaste aquí tirado
sabiendo que no podía sobrellevarlo.

Jamás te perdonaré,
Aunque admito que ocultaré
Cada vez que nos veamos.
No permitiré que se repita
Que mi voluntad de existir se esfume,
Menos por tu causa.

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