SEÑOR CELESTE

0 0 0
                                    

En tus manos esta mi destino,
¿Por qué presionas mi espíritu con tanta fuerza?
Con devoción te he amado profundamente,
¿Siguen mis pasos escritos en tu gran libro?

¿Aún perviven mis nobles actos en sus páginas?
Te entregué mi ser entero y más aún,
¿Encuentras placer en mi dolor?
¿Son mis plegarias un capricho para ti?

En tu servicio me he mantenido,
¿ha sido suficiente?
¿Soy rebelde en mi alma?
Tu injusticia no despierta alegría en mí, celestial señor.

Me niego a ser marioneta bajo el mando
de los que en tu nombre engañan,
cada vez más opacos resultan tus designios.
¿Acaso pruebas a tus hijos con aflicciones?
¿Es así como encuentras tu deleite?

En tu nombre matan, mienten y traicionan,
poco importa lo que hagan
si sus ofrendas llegan sin tardanza.
Mi Edén se convirtió en disfrazado infierno,
Y tú lo sabías, señor del cielo.

Clamé con lágrimas y lamentos por tu auxilio.
Pero mi sufrimiento no llamó tu atención,
Me hallo desprovisto de familia, de palabra y honor.
Tus hijos me retienen así, a su antojo.
¿Dónde reposa tu justicia, divino señor?

En el susurro del viento, aguardo el momento
de vencer esta prueba que desafía mi ser.
¿Oyes mi súplica, Celestial señor?
No soy un alma perversa, tú lo sabes bien.

¿Acaso alguna vez sonreíste por mí?
Interrogo en silencio, en la quietud del devenir.
¿Dispondrás de un instante,
para escuchar mis dudas,
para atender mi existir?

Tantos cuestionamientos esperan tu respuesta,
¿Tienes tiempo para mí?
Buscas mi silencio y obediencia,
¿Qué me ofreces a cambio?

Ayúdame a comprender tu designio,
las palabras de consuelo vacías son
Si a tu antojo manejas mi destino,
¿He de superar pronto esta prueba?
Y si no, ¿me juzgarás como hijo impío?

Kénder Alexzi

Latidos y Silencios Where stories live. Discover now