(este shot esta basado en el capítulo 022 de mi fic Diabla, pueden encontrar mejor contexto en mi perfil ♡)
Y agárrame ma' duro, papi, que se sienta fuerte Me ceba que sea' turro, wacho, bien delincuente
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
a leo paredes shot !! ☆☆☆
Las risas traviesas escapaban de los labios de la morocha, guiada hasta una de las habitaciones disponibles por la mano sobre su cadera proveniente del ojiverde, quien no dejaba de susurrar cosas sucias en su oído.
—Acá no está el baño me parece. —Se hizo la desentendida, girando al escuchar la puerta cerrarse tras ellos.
—Yo te puedo ayudar a limpiar mejor. —Rió el morocho, haciéndola reír de igual manera, casi de los nervios que le causaba su mirada tan penetrante.
La copa que aún se quedaba en su mano derecha se dirigió a sus labios, haciéndola suspirar de tan solo la vista de aquel ojiverde ingiriendo incluso más alcohol del que ya había en su sistema. Se acercó a ella, analizando cada parte de su figura de pies a cabeza, deteniéndose fijamente en sus pechos que eran apenas vistos por el espacio que su escote dejaba expuesto. Pasó su mano libre por su cintura y vertió el líquido restante de la copa sobre ellos, sorprendiendo a Agostina ante la diferencia de temperaturas entre su piel y el martini que comenzaba a correr por el interior de su ajustado y transparente vestido.
—Lean... —Jadeó, antes de ser incluso más sorprendida al sentir la lengua del futbolista sobre su piel, limpiando todo líquido que descansara ella. —Mierda. —Respiró profundo, llevando su diestra hasta sus cabellos al sentir como succionaba una zona específica.
Sus dientes se engancharon con su piel y retomó nuevamente ese camino con su lengua, tomando del líquido que él mismo se encargo de derramar. La acercó por la cintura a su cuerpo y distrayéndola con besos mojados hasta su escote, se encargó de deshacerse del cierre que sostenía su vestido.
—¿Estás segura vos? —Se separó agitado, subiendo hasta su rostro para encontrarse con esa carita sumisa ante su toque.
Podía ser la primera vez que la tocaba alguien más que no era él pero estaba segura de que lo disfrutaría como con nadie.
—Segurísima. —Murmuró la modelo, haciendo sonreír en grande a Leandro.
En tan solo un movimiento la arrojó contra la cama, acercándose con tan solo la intención de arrancar aquel vestido que le obstruía la vista a su verdadero objetivo. Sus ojos parecieron iluminarse de tan solo encontrarse con su cuerpo desnudo, sin un brasier que sostuviera sus grandes pechos y con tan solo una tanga roja, que hacía resaltar hasta en la oscuridad su hermoso bronceado.
