Es una profesional, su culo pasó la tési’ Se arrodilla a rezar y no fue a catequesi’
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a lisandro martinez shot !! ☆☆☆
16 de Febrero, 2025. Manchester, Inglaterra. 18:45pm.
La morocha bufó una vez más antes de dejar caer su rostro contra las palmas de sus manos. Estaba lo suficientemente estresada como para querer cerrar ese enorme libro de biología, dejar la carrera y ser feliz el resto de su vida. Pero no, no era tan fácil. En el momento en que Malena se inscribió a su carrera universitaria tres años atrás estaba más que segura de lo que quería estudiar y ahora no sabía que tanto lo estaba, si bien le gustaban los desafíos y no había nada que le entusiasmara más que ponerse una meta, ahora no quería hacer nada más que llorar y esperar que los conocimientos aparecieran por sí solos en su cerebro. Últimamente se sentía inútil, encerrada en esa enorme casa sola la mayor parte del tiempo sin tener algún trabajo estable con el que distraerse de los estudios, por lo menos hasta que los terminara. Su novio no lo permitiría. Lisandro se encargaba de todos los gastos hasta el día de hoy, él era quien la mantenía en el país europeo en lo que ella terminaba sus estudios y conseguía poder formarse como protagonista. Pero no por su elección. Lisandro ya le había insistido demasiado acerca de que se centrara en solo sus estudios sin preocuparse sobre tener que trabajar ya que el dinero que ganaba era suficiente como para que ambos vivieran más que cómodos en Londres.
Por eso ahora se encontraba tan estresada sobre el parcial de mañana, porque no tenía como distraerse
El sonido de las llaves ingresando en la cerradura llamaron su atención, más regresó su mirada al libro de inmediato al reconocer que se trataba de Lisandro cuando su pequeño Polito comenzó a ladrar. Podía escucharlo saludar y mimar al perro antes de sacarlo un rato al patio, más su concentración se encontraba por completo en terminar de subrayar aquella fotocopia para poder leer por enésima vez el material. Y seguía sin entender nada.
—¿No me vas a saludar vos? —Una mano sobre su libro restringiendo su lectura la hizó suspirar, elevando su mirada solo para encontrarse al amor de su vida. Lisandro Martinez. —Te estoy diciendo hola desde que entré. —Le recrimina con una ceja alzada desde su lugar, dejándola hipnotizada como si nada.
Sus cabellos ahora casi completamente castaños destacaban sin duda su expresión seria, siendo pocos los que se encontraban iluminados con ese tinte claro, pero su atención definitivamente se la llevó lo bien que le quedaba esa camisa blanca arremangada que tenía puesta, los primeros botones desprendidos y bien ajustada gracias a su cuerpo tonificado. Venía de una reunión con los directores del Manchester United y no se había fijado en su vestuario hasta el momento; hasta había olvidado lo que era verlo así de cerca con lo atareado que estaban siendo sus días y nuevamente recordó lo que era caer por él.
