Wrong Time ||James Potter||

5. Lo siento mucho

22 de octubre de 1995

Habían pasado unos días y las cosas estaban un poco tranquilas, los Merodeadores no sabían muchas cosas, y tampoco queríamos que lo supieran, pero era complicado ocultar que Peter Pettigrew había asesinado a Cedric Diggory. Era todo bastante difícil todo, pero intentábamos distraerles con cualquier cosa, hasta que pudieran volver. 

Era todo un caos, pero bueno, podíamos con ellos, en estos días me llevé mejor con los cuatro, aunque Harry a cada momento quería estrangular a Peter por todo lo que había causado, yo también quería hacerlo.

Tendríamos que aguantar, aunque sabía que Harry estaba haciendo demasiado esfuerzo por no contar nada, incluso les mentimos diciendo que tanto James como Lily seguían vivos, no podíamos arriesgarnos. Lo sorprendente es que nadie abrió la boca.

Ni siquiera el vómito rosa, cada día estaba más loca, pero eso no significaba que junto a los gemelos le hiciéramos todo tipo de bromas, al igual que a Filch.

Ahora me encontraba de camino hacia el despacho del Director, ni siquiera sabia del porqué. Lo único qué sabía es que estaba en la Sala Común con Harry, Ron, los gemelos, Ginny, Hermione y los Merodeadores, cuando de pronto apareció Minnie con una expresión triste en su rostro.

—Kaya —la miré confundida.

Algo no andaba bien, y no iba a negar que estaba aterrada. 

—¿Sí? 

—El profesor Dumbledore te quiere en su despacho —me levanté todavía más confundida y miré un momento al resto, que también estaban confundidos. 

Asentí y ella salió antes.

James se acercó a mí.

—Si quieres puedo acompañarte y quedarme a esperarte —sonreí un poco y negué. No hacía falta que hiciera eso, de todas formas volvería aquí.

—No hace falta que hagas tal cosa, una vez que termine volveré aquí. Seguramente quieran regañarme por las bromas hacia Umbridge y Filch —él asintió y yo salí de ahí.

Una vez que llegué Minnie me estaba esperando y las dos subimos las escaleras hasta llegar a nuestro destino. Encontré a Dumbledore dandonos la espalda.

—Albus —habló Minnie, logrando que tuviéramos la atención del profesor. 

Él me miró con una pequeña sonrisa, pero era una sonrisa triste. ¿Qué había pasado?

—No encuentro las palabras correctas para decirle todo lo que tengo que contarle. Lamento mucho... —no, esto no me estaba gustando para nada.

No estaba preparada, ya sabía como terminaría.

—¿Quién? —susurré a media voz, aguantando las lágrimas que querían deslizarse por mis mejillas.

—Lo siento mucho, pero ninguno de los dos sobrevivió —me mantuve callada.

Mis padres habían muerto, ¿en qué momento?

—¿Cómo? —logré decir, ni siquiera tenía las fuerzas para hacerlo, era horrible el sentimiento. Ni siquiera pude despedirme bien de mis padres y no me servía lo de la Estación, porque quería disfrutar de las Navidades con ellos, pero ahora ni eso podría hacer.

Los había perdido a ambos. 

—Estaban en una misión secreta, nadie sabía que eso podría pasar, pero sufrieron una emboscada, para cuando los refuerzos aparecieron, ellos ya habían muerto lastimosamente. No sé mucho más, simplemente sé todo lo que me pudo proporcionar Ojo Loco y Kingsley. Sirius Black y Remus Lupin, vendrán a verte.