Takemichi acude a una bruja poderosa y muy conocida por conceder los más profundos deseos, pero Takemichi en vez de pedirle poder, riquezas, joyas, títulos, etc. Él solo pide que ya no lo molesten en la escuela, la bruja sorprendida le pregunta por...
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Takemichi corría exaltado y muy asustado por la repentina aparición de Manjiro Sano y Ken Ryuguji, quienes al fin volvieron a la escuela luego de algunas semanas de vacaciones a quien sabe donde. Todo su ser estaba temblando, había sido muy descuidado y no se cuido de que ellos podrían aparecerle como anteriormente lo hacían, ahora podía entender la razón de porque hoy en la entrada de la escuela habían tantas chicas y celebridades amontonadas en aquella entrada. Takemichi nunca pensó que llegarían así de la nada a la escuela, ya que siempre los estudiantes anunciaban el regreso de Manjiro o sus conocidos cuando iban a volver a clases.
Se sentía patético y tonto de haber sido un despistado, pero lo que más se arrepentía era de haber estado justo bajo sus ojos, y, debido a eso ahora era la perra de Mikey. ¿Cómo se suponía que debía vivir ahora? Seguramente no lo podría soportar, literalmente Mikey podía hacer que su vida fuera el infierno mismo y poco a poco los recuerdos crudos de su pasado corrieron en su lastimada mente, empezó a hiperventilar por la agitación y ansiedad que estaba sufriendo en este preciso momento.
La desesperación lo agotaba de sobremanera, tenía miedo, mucho miedo de ahora ser la perra de Mikey, deseaba poder cavar un agujero en el suelo y no salir de ahí hasta dentro de 10 años en adelante.
No se dio cuenta cuando cayó al suelo de rodillas y empezó a llorar otra vez, quería gritar y dejar de pensar en su pasado y los horribles recuerdos de Mikey y Draken que lastimaban su delicada mente.
"Solo eres un pedazo de mierda inexistente para la sociedad, ojalá que te mueras pronto."
"No entiendo como tus padres te tuvieron, deben de estar muy decepcionados de ti."
"¿Vas a llorar otra vez? ¡Pareces un bebé llorón! Mejor vete a llorar en el regazo de tu mami, bebé inútil."
"Haznos un favor y desaparece ya de este mundo. Lo único que haces es manchar este prestigiosa escuela con tu miseria y pobreza."
"Ni siquiera eres bonito, estoy seguro de que serás soltero para el resto de tu miserable vida."
"Das asco. Incluso una rata es máshábil que tú, cara de mierda."
- "¡Basta, basta, basta! ¡Ya no quiero seguir escuchándolos, por favor!" - Grito en su mente, sus ojos lloraban como una cascada y se había hecho bonita en un rincón donde habían malesas.
Takemichi estaba totalmente triste y asustado, pensaba que podía dejar atrás esos recuerdos terribles, pero lastimosamente no todo se puede dejar en el pasado.
- Snif... snif... - Balbuceo entre lágrimas y apretando sus rodillas contra su pecho, se veía tan indefenso y débil que hasta un león sentiría pena por él.
Poco a poco su llanto fue bajando, pero el dolor en su corazón y pecho era como cemento, se sentía tan pesado y agobiado por los recuerdos que simplemente quería seguir llorando y no ser visto por nada ni nadie.
