Capitulo 2

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Camino de regreso a casa; La escuela finalmente había terminado. El sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con tonos cálidos y dejando un rastro de tranquilidad en el aire. Aunque mi día había sido algo peculiar con la experiencia de esa cosa, sentí un ligero alivio al dejar atrás el bullicio escolar.

Saqué mi celular y empecé a revisar los sitios de noticias. Después de ver a esa criatura, la idea de estar en un mundo normal desapareció por completo. Entre las noticias mundanas y los titulares de poca importancia, encontré varias noticias de desapariciones y muertes inexplicables.

En los reportes de algunos de esos casos, las víctimas afirman que fueron atacadas por lo que se describiría como monstruo o demonio. Las historias coincidían con la criatura que yo había visto en el patio escolar, y una sensación de inquietud se apoderó de mí. ¿Estaba en un mundo sobrenatural? Espero que sea de los Ecchis. Al menos ahí tendría un 40% de probabilidad de que mi cara termine en unos pechos de alguna belleza sobrenatural.

Guardé mi celular y continué mi camino, esperando que la suerte me sonriera. La noche envolvía las calles con su manto oscuro, y mientras caminaba hacia mi destino, algo cambió. El escalofrío volvió, pero esta vez con más fuerza. A diferencia de la primera vez, la sensación no pareció calmarse.

Mis sentidos se agudizaron mientras la inquietud se apoderaba de mí. Miré a mi alrededor, buscando alguna señal de peligro. Pero me di cuenta de dos cosas: no había nadie a mi alrededor, y mi situación se asemejaba a esas escenas de terror donde el personaje nunca sobrevive al final. ¡Oh, mierda, debería haber tomado el metro! Mi mirada se detuvo en el callejón oscuro. No parecía haber nada, pero la sensación definitivamente provenía de allí.

De repente, un sonido sutil pero inconfundible rompió el silencio. Algo se movía en la oscuridad. Mis ojos, aunque cerrados, percibían una presencia. Cuando vi brillar dos ojos gigantes mirándome fijamente, fue mi señal para empezar a correr. Un grito para nada masculino escapó de mí mientras corría todo lo que pude.

La adrenalina corría por mis venas mientras intentaba poner distancia entre esa criatura y yo. La sensación de peligro se apoderó de mí mientras las pisadas de la criatura resonaban detrás de mí.

"Haaaaaa. ¡No me comas, definitivamente no tengo buen sabor!" Miré hacia atrás con una leve esperanza de que perdiera interés y se apartara. La criatura, sin embargo, no mostró signos de desistir. Pero fue ahí cuando vi su rostro.

Iluminado por la luz tenue de la calle, su rostro era grotesco y deformado. Sus ojos eran saltones, y su sonrisa siniestra revelaba filas de dientes afilados. La criatura no se parecía a nada que hubiera visto antes, y un escalofrío recorrió mi espina dorsal. "¡Mierdaaaaa! ¡Por qué no hay nadie! ¡Ayuda, por favoooor!"

Mis gritos resonaron en la calle desierta, pero no había respuesta. La criatura continuaba su persecución, y cada vez se acercaba más. Fue entonces cuando vi a la distancia, adelante mío, a alguien. Un hombre de estatura alta. Tenía el cabello suelto y solo la parte superior de éste estaba recogida en un rodete, dejando la parte inferior suelta. Su vestimenta consistía en un rakusu de color claro con patrones a cuadros.

"¡Oyeeee! ¡Ayuda, por favor!" grité, esperando al menos que la cosa se distrajera con ese tipo y me dejara en paz. Pero lo que sucedió después no me lo esperaba.

El hombre se giró hacia mí, revelando un rostro sereno y expresión calmada. No mostró sorpresa al ver la criatura que me perseguía, como si estuviera completamente familiarizado con este tipo de situaciones. Corrí al lado de este tipo y no me detuve. No estaba seguro si este tipo podría verlo, pero realmente no me detuve a pensarlo. Cuando volví mi mirada al frente, choqué con una pared que parecía no haber notado.

"¡Mierda!" exclamé, mirando al frente con el rostro pálido. Delante mío se erigía otra criatura, aún más grande que la anterior. En ese momento, perdí las esperanzas y me acurruqué, esperando de alguna manera que mi muerte no fuera tan dolorosa. Sin embargo, después de unos segundos de no suceder nada, aunque aún escuchaba los horribles sonidos que emitían esas cosas, la confusión se apoderó de mí. 

"¿Ya estoy muerto?" miré al frente, y la criatura ya no estaba. Miré atrás y allí estaban. La criatura que me había chocado estaba peleando con la otra criatura que me perseguía hace unos momentos.

El choque de fuerzas entre las dos criaturas era espectacular. Emitían extraños sonidos guturales y se movían con una ferocidad que dejaba claro que no eran seres comunes. Mi instinto me gritaba que debía aprovechar esta distracción para escapar, así que me puse de pie y me alejé del enfrentamiento. Oh bueno, eso hubiera hecho, si no me hubiera chocado de nuevo. Mierda, eso ya es molesto. Alcé la mirada y estaba ese tipo con la yukata. Me miró fijamente, acariciando su barbilla. Parecía evaluarme de pies a cabeza.

"Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?" dijo con una sonrisa relajada. "¿Alguien que puede ver a las maldiciones sin siquiera abrir los ojos? Dime... ¿tus ojos tienen algo que ver con tu técnica maldita?".

Sus palabras me sumieron en la confusión, y por unos segundos opté por el silencio, incapaz de formular una respuesta coherente. Antes de que pudiera articular una palabra, sentí su mano aferrarse a mi barbilla, y un repentino tirón forzó la apertura de uno de mis párpados. La intensidad de su agarre dejó claro que no tenía opción más que someterme a su inspección.

"Interesante, muy interesante," murmuró mientras examinaba detenidamente mis ojos. Me soltó, dejando atrás su mirada juzgadora, cambiándola por una sonrisa amigable como si recién nos hubiéramos conocido. "Lo siento si te sorprendí, me presento. Me llamo Suguro Geto, un gusto en conocerte."

Abrí mis dos ojos en señal de sorpresa. Reconocí ese nombre. Suguro Geto era un personaje del mundo de "Jujutsu Kaisen", un anime que solía ver antes de mi extraña reencarnación. Una sensación de miedo se apoderó de mí al darme cuenta de que estaba en ese mundo lleno de maldiciones y hechiceros.

"Oh... Estoy Jodido".

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Nota del autor: Sí, esta vez decidí ir directo al grano y no esperar diez capítulos para llegar al núcleo de la trama. Supongo que tendré que desarrollar al personaje a medida que la historia principal avanza. Sin embargo, es importante destacar que, aunque algunos puedan conocer la apariencia del personaje que estoy utilizando, eso es lo único que comparte con la versión original. Las habilidades, por otro lado, serán completamente diferentes.

Reencarnado en Jujutsu KaisenWhere stories live. Discover now