Capitulo 3

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Me quedé viendo fijamente a Geto; ya no tenía sentido esconder mis ojos, así que los mantuve abiertos. Repasé todo lo que sabía de este personaje en mi mente, buscando algo bueno que decir para que me dejara ir. Pero al recordar un detalle importante de este personaje, me puse nervioso. y para confirmarlo, miré su frente. Mis hombros se relajaron ligeramente al no encontrar ninguna cicatriz. Bueno, al menos no estoy en ese punto de la historia. Eso significa que estoy hablando con el Geto original. ¡Espera! ¡Este tipo desprecia a los no hechiceros! Pero, juzgando su trato hasta ahora, no parece hostil. No veo en su mirada ningún desprecio hacia mí. Bueno, ya puedo confiar en que tengo la suficiente energía maldita para considerarme un igual.

Después de un minuto de silencio entre ambos, Geto rompe el silencio. El pelinegro rió suavemente, como si mi reacción le divirtiera. "No te preocupes, no estoy aquí para hacerte daño. En realidad, captaste mi atención. ¿Cuál es tu nombre?"

Mis pensamientos se agitaron, pero decidí responder con cautela. "Me llamo Ryu Sora."

"Veo que tienes unos ojos muy particulares Sora-san. Puedo sentir la energía maldita que emanas." Geto inclinó la cabeza, evaluándome con una expresión de interés. "Estoy intrigado. ¿Qué sabes sobre tu poder? ¿Sientes que hay algo inusual en ti? ¿Cuánto conoces del mundo de la hechicería?"

La mirada de Geto era intensa, como si pudiera leer mis pensamientos a través de mis ojos. Sin embargo, decidí ser cauteloso y respondí con un tono confuso, tratando de ocultar cualquier indicio de nerviosismo.

"¿Mundo de la hechicería? No estoy seguro de a qué te refieres, y mi habilidad... Bueno, no tengo idea de qué hace exactamente. Solo sé que tengo estos ojos hace 3 semanas."

Geto asintió, como si esperara una respuesta así. "Entiendo. Tienes suerte de haberme encontrado antes que a otros. No todos en este mundo son tan comprensivos."

Alcé una ceja, ¿qué estaba tramando este tipo?

"En este vasto mundo, acechan entidades conocidas como maldiciones. Los hechiceros, una orden que se presenta como defensores contra estas abominaciones, en realidad solo se ocupan de los efectos superficiales, ignorando la verdadera raíz del problema..."

Mientras Geto continuaba su monólogo, me estaba dando una idea de hacia dónde quería llegar. Geto caminó alrededor mío, su mirada intensa nunca dejaba de observarme.

"¿Te has preguntado alguna vez por qué surgen estas maldiciones? las maldiciones no emergen de la nada. Se alimentan de la malevolencia y las sombras que se esconden en el corazón humano. Los no hechiceros, inadvertidamente, son cómplices de este proceso al cultivar odio, envidia y miedo. Es un círculo vicioso que perpetúa el surgimiento de estas abominaciones. y los hechiceros, en su arrogancia, no hacen nada para romper ese ciclo. Pero hoy te ofrezco una oportunidad única: unirte a mi causa y erradicar no solo las manifestaciones, sino la propia fuente de estas maldiciones. ¿Te atreves a conocer la verdad y cambiar el destino de este mundo?"

Geto extendió los brazos, como si me estuviera revelando la verdad del mundo. Aunque, para ser justos, lo era un poco. Sólo que endulzó la parte donde quiere matar a los no hechiceros. Pero realmente no sé qué vio en mí. Entiendo por qué trató de convencer a Yuta, pero ¿yo?

"Pero no sé nada de la hechicería", respondí con sinceridad, sin entender completamente por qué Geto estaba tan interesado en mí.

El hombre de pelo oscuro río, como si mi respuesta le causará gracia. "No te preocupes, La hechicería es algo que se aprende. Puedo ayudarte a desbloquear ese potencial en ti. Tienes algo especial, y sería una lástima desaprovecharlo".

A este punto, no sabía si este tipo decía todo esto para ponerme de su lado o si de verdad creía que tenía potencial. Su mirada intensa y, al mismo tiempo, amistosa me hizo sentir incómodo.

No sabía si aceptar o no. Por un lado, estoy poniéndome del lado de un Adolf Hitler pero Emo. Definitivamente, esto terminará mal si los hechiceros me capturan. Aunque las hijas adoptivas de Geto no parecieron recibir ninguna represalia después de que él murió, pero eso no significa que contara con la misma suerte. Por otro lado, este tipo podría matarme si digo que no. Aunque no conocía mucho de su personalidad, podría ser un 50/50 de probabilidad. Como no quería tomar ningún riesgo, le respondí a su propuesta con otra pregunta.

"¿Podrías darme tiempo para pensarlo?" Geto se detuvo cuando escuchó mi pregunta. Su expresión cambió ligeramente, pareció meditar por un momento antes de asentir con la cabeza.

"Entiendo... te doy 6 días para pensarlo. Aprovecha ese tiempo sabiamente y asegúrate de tomar la decisión correcta. Nos encontraremos de nuevo, Ryu Sora."

Con esas palabras, Geto se dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaba su maldición que había ganado el enfrentamiento y estaba sometiendo a la otra maldición. No me quedé para ver todo el proceso que hizo para absorber a la otra maldición, ya que empecé a correr hacia mi departamento. Era demasiada emoción por un día.

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Entré apresuradamente a mi departamento, cerré la puerta detrás de mí y me dejé caer en el sofá. Miré hacia arriba, tratando de procesar todo lo que acababa de suceder. Mis pensamientos se convirtieron en un torbellino de incertidumbre y miedo. ¡Carajo! ¿Por qué fui a la escuela hoy? Me hubiera quedado dormido.

El encuentro con Geto, la maldición que casi me mata, y toda la revelación sobre este mundo de maldiciones me tenía abrumado. Cerré los ojos y dejé escapar un suspiro profundo. Podría estar en High School DxD, podría estar en cualquier lugar, pero no, estoy en Jujutsu Kaisen, un lugar lleno de eventos traumáticos, power-ups a los villanos, y un sistema de poder que no entiendo en absoluto.

Debí haberme puesto al día en el manga. Aunque no pude evitar spoilers, no sé muy bien cómo sucedieron, ya que solo vi algunos paneles del manga. Y en el anime, solo me quedé en la parte donde Toji Fushiguro mata a Riko. Dudo mucho que eso me sirva en este momento. Suspiré nuevamente, preguntándome si debería aceptar la propuesta. A pesar de toda la mierda que salió de su boca, la idea de ser entrenado fue lo único que me interesó.

Harto de todo, decidí levantarme del sofá y dirigirme hacia la cocina. Necesitaba algo fuerte para calmar mis nervios. Al abrir el armario, mis ojos se posaron en una botella de whisky. Pertenecía a los padres del Ryu Sora original, pero dudo que se quejen por tomar un poco. Me serví un vaso, dejando que el líquido ámbar resplandeciera a la luz de la cocina.

Reencarnado en Jujutsu KaisenWhere stories live. Discover now