5+1 || Hyunin

Celos y un vibrador🥟

—V-vamos a llegar tarde, hyung.

—Alfa, Jeongin. —recordó aumentando los movimientos de su mano. Lo miró a los ojos de forma seria. —Soy tu alfa, bebé. Llámame correctamente.

Jeongin mordió su labio inferior y asintió. —Si, lo siento. —tartamudeo. —Alfa.

—Que buen bebé.

Apremio dando otro movimiento al aparato que vibraba profundamente enterrado en la entrada sensible del omega. Jeongin se retorció y mordió su mano intentando no hacer ruido. Se supone que ellos no deberían estar haciendo esto. Deberían estar alistándose para ver a stay. Los chicos seguramente estaban esperándolos fuera de ese pequeño cuarto donde deberían estar cambiándose de su ropa casual a la ropa del evento. Hyunjin había estado enojado. Y Jeongin había sido tan débil para negarse a su alfa que terminaron juntos atrapados con sus feromonas y un pequeño vibrador que el celoso alfa manejaba.

—¿Por qué siempre quieren que vayas por ahí mostrando tu vientre? —gruñó el alfa volviendo a unir sus bocas.

Oh dios, las estilistas estarían furiosas por arruinar el maquillaje. 

Hyunjin lo tomó por la suave piel expuesta del estómago y apretó su cintura posesivamente intentado calmar la ansiedad de su lobo. —Y tu cuello. —dijo y lo besó sobre la glándula, enfatizando su punto. —Solo yo debería poder verte así.

Jeongin buscó su boca y acalló sus quejas con varios besos cortos. —Solo tú puedes tocarme. Soy todo tuyo, alfa. —prometió con un tono suave que buscaba calmar los instintos del mayor. Este volvió a gruñir mirándolo con sus ojos rojos mostrando que su lobo estaba en la superficie, volvió a temblar cuando no solo había aumentado la fuerza de sus embistes sino también la velocidad de la vibración del dildo que machacaba su entrada.

Se deshizo en gemidos y lubricante que hacía todo un poco más desordenado. Hyunjin no se detuvo dejando besos por su cuello y pecho, mordiendo donde sabía que nadie notaría sus marcas. Lamió un camino desde el suave vientre ligeramente marcado por el ejercicio y besó desde su pelvis hasta llegar al pene del omega, que lucía erecto y rojizo debido a la excitación. —Hyun-. —tartamudeo Jeongin sintiendo el aliento del alfa acercándose a su zona más sensible. El vibrador no se había detenido, su entrada permanecía estimulada manteniéndolo al límite. Chillo cuando el alfa lo tomó en su boca solo lo suficiente para hacer que todo se convierta en demasiado para el cuerpo del omega sobrestimulado.

Cuando finalmente tuvo su orgasmo a manos de Hyunjin, suspiró aliviado de tener algo de tiempo para limpiarse y volver a arreglarse. Jeongin se dejó caer por completo en el pequeño sillón y permitió que el rubio lo limpiara y mimará su cuerpo débil. Jeongin se quejó por el vibrador aún en su interior, tan sensible que cada mínimo movimiento era demasiado estimulante. Hyunjin lo apagó y eso fue todo.

—Hyunnie, ¿Qué-que haces? —tartamudeo. El alfa había empezado a cambiarlo en silencio. Arreglándole toda la ropa y subiendo aquel pantalón con falda que llevaba pero el detalle de ello era que... no había quitado el vibrador. Aún podía sentirlo chocando contra su nudo de nervios y siendo apretado por sus sensibles paredes.

El alfa besó su frente y sonrió juguetón. A Jeongin no le estaba gustando nada esa sonrisa. —Así podré mantenerte a la vista. —dijo tranquilamente dándole una de esa sonrisas que convertían sus ojos en medialunas.

Lo miró con sus ojos bien abiertos. —¿Qué quieres decir?

Hyunjin no es un alfa posesivo solo uno muy precavido.

—No seré malo, bebé, solo tienes que volver a mí y lo apagaré. —prometió dulcemente. Él omega aún lo miraba incrédulo, nervioso y asustado.