~ III~

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La vida seguía en la academia día tras día, con el nuevo reparto de temas los sentimientos de los triunfitos eran dispares.
Chiara, loca de contenta, abrazaba efusivamente a las chicas que consideraba ya sus amigas: Bea y Ruslana

- Bechirus for life, y esto va a ser una bomba. - vitoreaban las tres jovenes clase tras clase.

Disfrutaban el proceso de preparación de 'Walk Like an Egypcian' con la ilusión que tanto las caracterizaba, daban todo en las clases de interpretación y, llevadas por la motivación, crearon su propia coreografía sin ayuda de Vicky, sin por ello las felicitó.

Las tres chicas, gracias a esto, habían mejorado su relación considerablemente y junto a Martin ya Chiara los consideraba sus mejores amigos dentro de la academia.

- Vamos a ser amigos siempre, prometedlo. - picaba a sus amigos Ruslana, tumbada en el suelo junto a Chiara y Martin, quienes le abrazaron cerrando la promesa.

- Pienso en Bechirus como la mejor girlband del mundo, es como la spice girls pero de rock and roll. - añade emocionada Chiara, sentándose en el suelo para mirar a la cara a sus dos amigos quienes se incorporan junto a ella para tomarse de la mano.

- Martin and the Bechirus. - gritó Martin, alzando los brazos de sus dos amigas y provocando la risa de ambas.

Por otro lado, Violeta sentía algo descafeinada su canción 'Quiero Decirte'. Sabía el potencial de su compañero Alex y los impedimentos de la canción; pero también conocía su propio potencial y aquel arreglo de la canción se sentía como si ataran sus manos y le colocaran una enorme pesa.

Sabía que iba a hacer lo posible por defenderla, pero de sobra se había percatado de el sabor a media que quedaba en ella cuando la cantaba.

Ambas chicas estaban viviendo su semana de ensayo de manera contraria, las tarde eran largas y ajetreadas, cambiaban de clase una y otra vez para pulir hasta la ultima minucia de su reto semanal.
Las mañanas, sin embargo, eran diferentes; aunque llenas de clases igual, estas eran impartidas de forma grupal y permitía a las dos pasar tiempo juntas.

- ¿Qué huele tan bien?. - se le escaparon las palabras de la boca sin pensar a la balear cuando llegó a su nariz el característico olor a Violeta, quien acababa de sentarse a su lado.

- It's me, huele. - Violeta la había oido, y colocando la mano en la rodilla de la pequeña, acerco su cuello a ella.

Chiara se acercó, como si de dos imanes se trataran y cuando su nariz rozó levemente la piel de su compañera, tomó aire empapandose de aquel embriagador olor.
Claro que sabía que era ella quien olía cuando lo preguntó, había memorizado su olor y lo detectaba cada mañana cuando Violeta pasaba por detrás de ella para prepararse su cafe. No necesitaba girarse para saber que era ella.

La medio inglesa sonrió instintivamente y se separó del cuello victoriosa al notar como la piel de la granadina se había erizado al notarla cerca.

Se había permitido a sí misma soltarse más y disfrutar de aquella conexión notable que tenía con la pelirroja. Podía decirse que no se cortaban y Chiara aprovechaba cada oportunidad que tenía para acercarse a Violeta sin parecer demasiado desesperada.

A parte de las mañanas, lo que más disfrutaban los triunfitos eran las noches, cuando eran poseídos por la locura de estar encerrados y montaban fiestas como si fuera a acabarse el mundo.

Violeta podía ver otra faceta de Chiara en esos momentos y eso le gustaba, se animaba a sí misma acercarse a ella y sonreía vacilona cuando notaba a la chica de ojos verdes mirarla.
La pelirroja se movía grácil y sensual, ella lo sabía y pretendía exitosamente captar la atención de Chiara.
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Aquella mañana había amanecido tranquila; algunos de los habitantes de aquella casa se amontonaban desordenadamente alrededor de las barras de la cocina intentando prepararse el desayuno.

Otros, los primeros días en salir de cama se encontraban ya en sus habituales sitios de la mesa del comedor disfrutando de la tranquilidad.

Era el caso de Chiara, quien había dormido mejor que ningún día desde que llego a la academia y su cara irradiaba una felicidad contagiosa. Frente a ella, Martin la miraba, intentando averiguar el motivo de la sonrisa imborrable en la cara de su amiga.
Aquel misterio duró poco por la conversación que mantenían Denna y Violeta a su lado.

- Es que yo no me he ido más cansada a la cama en la vida, parece mentira, pero es agotador. - dijo la rubia, ambas amigas conversaban sobre el cansancio con el que acababan los días tras el fitness y las horas y horas de ensayo.

- Tía, que me quedé dormida en medio de una conversación, estaba yo en el lado de la pared y entre Kiki al lado, el calorcito, el cansancio. -  la granadina se había metido de lleno en la conversación y soltó aquello con naturalidad.
Se percató de sus palabras cuando ya las había soltado y se apresuró en cambiar de tema, como si nunca hubiera mencionado que esa noche había dormido con Chiara.

//Flashback//

Los dedos de Chiara se deslizaban con seguridad por aquel teclado. No sabía bien que tocar, estaba dejando sus manos libre por aquel instrumento hasta que su soledad se vio interrumpida por la llegada de cierta pelirroja.

La inglesa observaba a la chica acercarse a ella y entendió por qué en las películas ponen esas escenas en cámaras lenta. Embobada por el firme paso con el que se dirigía hacía ella, sus manos por impulso se movieron, reproduciendo la famosa y más que reconocible rueda de acordes de 'Someone Like You'
Violeta tomó asiento junto a ella en el banco del piano y le continuó la melodía a piano, empezando a cantar mirando a la chica a su lado.

Chiara le siguió la canción, notando como sus voces se fundían, ninguna de las dos chicas podía guardarse la sonrisa y cuando quisieron darse cuenta, estaban cantandose, mirándose a los ojos, diciendose todas las cosas que no verbalizaban, pero aun asi, se las estaban diciendo ahora. Se lo decían con gestos, con miradas, con canciones.

- Duerme conmigo Kiki. - Violeta tomó la mano de Chiara, quien acababa de entrar en la habitación para encamarse.
Durante la sesion de piano, las luces se apagaron dando la señal de que debían irse a los cuartos. Se prepararon para dormir sin intercambiar palabra, abrumadas por la fuerza de la situación que acababan de vivir.

Chiara sabia de sobra que no podia resistirse a ella, sin oponer ni la mas mínima resistencia se metio en la cama de Violeta, sintiendo su calor y dejandose relajar en sus brazos.

- Siento que tu voz es única Kiki, tienes algo que conmueve- susurró Violeta, rompiendo el silencio en el que se encontraban desde que se metieron en la cama. Acariciaba el pelo de la pequeña con ternura, pasando sus dedos entre los mechones y sintiendo como esta pequeña acción la relajaba.

- Contigo es especial todo Vivi, podemos cantar juntas cuando quisieras- respondió Chiara, notando la vergüenza de haber dicho aquellas palabras, pero se relajó cuando Violeta apretó el abrazo en el que se encontraban.

No se soltaron de aquel abrazo más que para intercalar caricias. Chiara estaba en una nube y no podia creer que toda aquella ternura saliera de Violeta. Sentia el privilegio de ser ella frente a quien la mayor se mostraba asi y decidió cuidar ese detalle como el mayor de sus tesoros.

Violeta por su lado no podía evitar ablandarse cuando de la chica de ojos verdes se trataba, tenía la necesidad de cuidarla y protegerla. Notaba que Chiara no era mucho de contacto físico y se creció al sentirse especial para ella al ser el foco de cariño de la chica.

Charlaron de cosas banales, de sus problemas de la semana y de las inseguridades de Violeta con su canción. No saben cuánto charlaron porque tal y como en la mañana siguiente se le escaparía a la mayor de ella, se durmieron mientras conversaban

The Way I Fell For HerWhere stories live. Discover now