CAPÍTULO 3

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Jinsoul se encontraba en su casa, mas específicamente, estaba recostada sobre su cama.

La verdad es que no podía dejar de pensar en Heejin.

Hacía mucho que no sentía este tipo de cosas y eso le provocaba miedo, mucho miedo.

Se podría decir que nunca le había ido bien en el amor, y las pocas "relaciones" (si es que así se le podían llamar) que había tenido siempre se sentían muy vacías.

Todas las veces percibía que algo faltaba, sin embargo, nunca lograba entender que.

Incluso a veces llegaba a pensar que había algo malo en ella, que quizás estaba rota y no había forma de resolverlo.

Era algo absurdo, porque hasta las veces que llegaba a sentir cosas por alguien terminaba mal.

Siempre sentía que eventualmente lo arruinaría y eso no la dejaba estar feliz o tranquila.

Todo el tiempo se sentía incompleta, como si no encajara con nadie.

Y tenía el pensamiento recurrente de que nunca llegaría alguien que pudiera quererla lo suficiente.

Esa era su única y mayor inseguridad.

Y odiaba aceptarlo, pero su corazón estaba lastimado e incluso había sido usado en algunas ocasiones, pero aun así, estaba dispuesta a entregar todo su amor.

Pero, ¿Quién haría eso por ella?

Es por eso que desde hace mucho tiempo había estado evitando volver a todo ese asunto de los compromisos, y procuraba evadir relacionarse mucho con mujeres por miedo a enamorarse.

Pero en el fondo, sabía muy bien que anhelaba tener una pareja, simplemente quería a alguien con quien pudiera compartir momentos especiales e íntimos que fueran mas allá de una simple relación pasajera.

Jinsoul solo quería dejar de sentirse así de sola, pero al mismo tiempo, abrirse a estos sentimientos no le iba a ser tan fácil, sin embargo, no perdía la esperanza de que algún día pudiera lograrlo.

Necesitaba desahogarse, y que mejor forma de hacerlo que dibujando.

La mayor siempre encontró un escape en eso, pensaba que a través del dibujo podías expresar cualquier cosa o sentimiento que se te pudiera ocurrir.

Se levantó de la cama sin muchas ganas y se dirigió hacia su escritorio, encendió una pequeña luz y abrió uno de sus cajones para sacar un cuaderno donde tenía varios dibujos y algunas notas, pasó las hojas hasta dar con una nueva y empezó a dibujar a la persona que estaba dominando sus pensamientos.

La joven Heejin.

Jinsoul estuvo haciendo diferentes trazos y formas por horas, y no se olvidó en agregar los lunares que tenía la menor, uno en su mejilla y otro a un lado de su ojo.

Una vez que acabó el retrato se detuvo a mirarlo, y se sorprendió al ver lo detallista que había sido al realizarlo.

¿Tan bien había memorizado su rostro?

Es decir, ella tenía una buena memoria pero no solo se trataba de eso.

Cuando estaban en la librería, se quedó mirándola por unos minutos, al punto de que se distrajo y empezó a pensar cosas sobre ella.

También quería volver a sentir que Heejin la tocara, el tacto sobre su piel la había hecho sentir diferente.

Como si quisiera más.

De igual forma, un toque tan simple como el que le brindó en la librería le bastaba.

No solo deseaba que la menor la tocara, ella también quería hacerlo, quería pasar sus manos por su cara y su cuerpo, quería pasar sus largos dedos por cada uno de sus lindos rasgos.

Quería hacerle todo tipo de cariños y caricias a Heejin.

Quizás haber hecho este retrato había sido un error, estaba fantaseando con la joven mas de lo que debería.

Pensó que al hacer el dibujo, podía sentirse desahogada y liberada, pero sin embargo, terminó sintiéndose peor.

Hasta en cierto modo se sentía perturbada por todas estas ideas que estaba teniendo, no podía enamorarse de alguien que acababa de conocer.

Dejó de observar el dibujo, cerró el cuaderno y volvió a guardarlo, dejándolo lejos de su vista.

La chica se llevó ambas manos al rostro, estaba confundida, preocupada y sobre todo frustrada.

Empezar a tener pensamientos de este tipo por alguien era lo que menos quería ahora, y menos si se trataba de alguien que había conocido hace unas horas.

Detestaba todo eso y le asustaba el hecho de que siempre salía lastimada, lo único que quería era dejar de sentirse así.

El hecho de enamorarse le daba miedo, porque ella podía llegar a amar con tanta intensidad que se descuidaba a si misma, y terminaba afectándole.

Pero, ¿Por qué todos tenían a una persona especial en sus vidas menos ella?

Era algo que le parecía realmente injusto.

¿Que había hecho mal? ¿Acaso no merecía amor?

No era posible que a su edad, seguía sin tener a una persona a la cual cuidar, a la cual querer, a la que pudiera brindarle todo su apoyo y cariño y que este fuera correspondido, no quería que solo la quisieran para algo "rápido", quería algo que fuera mucho mas allá de eso, quería que también tomaran en cuenta sus sentimientos.

Lo único que quería era ser feliz.

Se puso de pie abandonando el escritorio, se dirigió a su cama y decidió que dormiría, no se sentía cansada, pero quería dejar de pensar por un rato.

Visions of Gideon - HeesoulWhere stories live. Discover now