Es solo una Boda estetica (Novela +19 )

Episodios 76-80

Episodio 76.

El verano de mi noveno año fue una ola de calor sin precedentes.

Las noticias estaban llenas de historias de gente muriendo de insolación en el implacable calor.

"Hey."

Kwon Yi-tae estaba al sol en el jardín, sudando profusamente. Estaba siendo castigado por mostrar accidentalmente su cara a los invitados que habían visitado la mansión ayer.

"Eh, bicho".

El calor era cegador. Me limpié el sudor de la frente con el dorso de la mano y miré a Kwon-hyun. Acababa de salir de la casa y su cuerpo desprendía escalofrío. Kwon Hyun puso cara de fastidio por el breve calor.

"Mamá quiere que entres ahora".

Kwon asintió en silencio. Al entrar en la fresca casa por primera vez en horas, se sintió mareado. Las piernas me fallaron y me tambaleé, chocando con Kwon Hyun.

"Señora".

Kwon Hyun saltó hacia atrás, haciendo una mueca de dolor al contacto con la carne sudorosa.

"Mamá, se me ha ensuciado un bicho".

Samo abrazó a Kwon-hyun y le regañó con una mirada feroz.

"No vayas por ahí con cara de sucio, ve a lavarte ahora mismo".

No dijo nada más, así que supongo que el castigo había terminado. Caminé en silencio hacia mi habitación. Al pasar junto a Samo, frunció el ceño y murmuró.

"Dirty......."

No le respondí nada y entré en el cuarto de baño. El agua fría me dejó sin aliento y solté un pequeño jadeo.

Sedienta, engullí el agua del grifo. Quería beber agua embotellada, pero no podía acercarme a la cocina sin lavarme. Abrí el grifo a chorro y me duché, sin querer despertar a nadie.

Mientras me refrescaba del calor, me miré en el espejo y vi a un niño pequeño y delgado para su edad, que me miraba con cara inexpresiva.

"......."

Aun así, el día terminó sin un golpe. Froté suavemente la bola de la ducha sobre mi magullado estómago y bostecé.

No había habido día desde que se había mudado a la mansión a los cinco años que no hubiera sufrido. Pero en realidad no podía quejarse. Era un bastardo, un parásito en la mansión, y eso era de esperar.

Se duchó y se vistió. Miré el reloj y era la hora de la ceremonia del té. Me apresuré a bajar las escaleras.

Me coloqué de pie frente al sofá del salón y fui el último en sentarme después de que el presidente, su esposa y Kwon-hyun hicieran su turno.

La hora de la ceremonia del té en una apacible tarde de fin de semana siempre se respetaba estrictamente. Tras servir té para el Presidente, su esposa y Kwon Hyun, llenó su propia taza. El Presidente se enderezó y dio un sorbo a su té.

"Últimamente hay mucho ruido en la fortaleza, así que tengan cuidado".

"¿Te refieres a los secuestros? Nosotros también deberíamos tener cuidado, Hyun-i."

Secuestros para pedir rescate. Por mucho que su objetivo fuera la gente rica, también encontraban víctimas en el noreste de la provincia.

"Hyun-ah, nunca sigas a nadie que parezca sospechoso. Conoces las caras de los conductores, y sólo debes coger sus coches."

"Sí, mamá".

Puse los ojos en blanco y escuché a los tres hablar. Secuestro, esto no tenía nada que ver conmigo. Miré cómo se vaciaba mi taza de té y luego la llené de agua.