•¿Por que?• [Bakutodo]

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Los días de celo habían sido horribles, tal vez incluso más que antes, aunque el peliverde se hubiera ido el primer día sin siquiera llegar a hacer mucho más, su Omega sentía sucio e infiel por haber traicionado a su alpha.. su alpha, un alpha que lo había abandonado y que le había echo tanto daño, pero ahí estaba el, esperando por algo que no va a pasar.

— ¡Maldición, maldición! —

Sollozo con fuerza para así hundir su rostro en un almohada, estaba cansado, cansado de esperar por algo que no iba a pasar.

Después de esa larga y tortuosa semana por fin había llegado la cita para quitarse la marca, y se encontraba completamente nervioso, asustado y en cierta medida, frustrado.

Se encontraba viéndose frente al espejo, arreglándose, pero más que nada haciendo tiempo, sabía que sufriría al menos por unos tres meses horribles dolores y fuertes depresiones, pero si con eso garantizaba que en un futuro podría por fin rehacer su vida, correría ese riesgo.
Suspiro pesado, tomando las llaves de su casa, su cartera y teléfono para así dirigirse a la salida de su hogar, pero una fuerte presencia detrás de él lo hizo detenerse en seco.

— No te recomiendo que hagas eso, niño. —

— ¿Cómo mierda entraste? —

Después de haber pasado por esos pequeños segundos de impacto se volteo, poniéndose completamente a la defensiva contra aquel Omega frente a el, Tomura, el segundo líder de la liga de villanos, con quién ya había tenido múltiples peleas.

— Por dios, por tu culpa y del otro héroe Katsuki ha estado insoportable. —

Ante esas palabras se quedó en silencio, ¿Katsuki..?, su Omega se removió en su pecho, sintiendo como las emociones se apoderaban de el.

— Ja.. ¿¡En serio crees que me importa esa mierda!?, ¿¡Con que huevos vienes a decirme que ese jodido asesino ha estado "insoportable"!? —

Creo un muro de hielo con picos que se dirigió a gran velocidad a el peliazul, quien lo esquivo a duras penas al no esperarse aquel ataque sorpresa.

— Cálmate, solo vine a advertirte.. —

— ¿Advertirme..?, ¿Que mierda me vas a advertir?, Katsuki ya no me importa, su jodida vida no me importa, puedes joderte el y tu. Y si no quieres que en estos momentos destruya mi puta casa con tal de atraparte, lárgate. —

— Solo te diré... No dejará que hagas ninguna ridiculez... Recuerda que el siempre te está observando. —

Esas palabras fueron como un cubo de agua helada, ¿Observándolo?, ¿Era de el esa presencia que sentía en las noches y tardes cuando intentaba dormir o simplemente hacer su día..?

Sin darse cuenta, el peliazul se había ido, dejándolo con una fuerte incertidumbre.

E

l peliverde tosió con fuerza, su vista borrosa se dirigió a el cenizo frente a el, quien lo miraba con un odio profundo.

— N..no.. no te acerques a e..el.. Katsuki.. —

Fue lo último que pudo decir antes de que su mejor amigo de la infancia y anteriormente, adolescencia, lo dejara inconsciente.
Había perdido demasiada sangre