Si!

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-Positivo.- contestó, con su voz emocionada.

El Omega le extendió la prueba dejando que el alfa la examine.
Checo tomo las otras pruebas con rapidez, mirando con prisa el resultado, sonriendo y ahora si, llorando cuando vio que las tres decían lo mismo.

-¡Las tres son positivas, Charles!- chilló, sollozando ante las miles de emociones mezcladas.

El alfa le miro, y de un rápido movimiento se abalanzó al cuerpo del pecoso, abranzandolo sin perder la delicadeza.
-¡Seremos padres, Omega!- dejo muchos besos en la mejilla izquierda del tapatío, escuchándolo ronronear.

-S-si, charlie..- rodeo el cuello del alfa, frotando su mejilla contra la contraria, soltando su aroma que ahora, era dulce, agradable.

El alfa soltó un ronroneó, mientras se distanciaba para mirar al pecoso, bajando su vista hasta dar con el vientre del Omega, alzando la gran playera que portaba el tapatío, dejando expuesto el pequeño vientre del Omega.

-Tendremos un cachorro, bebé.- acarició con fervor y amor la zona, imaginándose como se vería el pecoso con su vientre hinchado con su cachorro dentro.

El Omega ronroneó ante la caricia, sonriendo ante el comportamiento de su alfa.
-Si, alfa.- reposó su mano sobre la del monegasco, dejándola sobre su vientre.
El alfa le miro, acercadosé a su rostro para unir sus labios en un ansiado beso.

Transmitiendo en su unión la emoción y añoranza que tenía por ser padre.
El monegasco se distanció y se ocultó ágilmente en el cuello del menor, comenzando a depositar besos sobre su marca de enlazamiento, escuchando las risitas tiernas que el pecoso soltaba ante las cosquillas que sentía por aquel tacto.

Sus acciones se detuvieron, quedándose quieto en el lugar, olisqueando el aroma a galletas recién horneadas que soltaba el tapatío. Siempre le gustó el olor de Checo, le era adorable y aún más tierno, pues encajaba perfecto con la personalidad y físico del Omega.

-Te llevaré al obstetra mañana.- se acurrucó en el pecho del tapatío, ronroneando cuando percibió las caricias sobre su cabellera castaña.

-Me parece bien, Alfa.- murmuró, abranzadose aún más al ancho y esbelto cuerpo del monegasco.

Entre algunas platicas en dónde compartieron su felicidad, emoción, y añoranza por el embarazo de Checo, el Omega se quedó dormido, estaba agotado de tantas emociones.
El alfa lo llevó a su habitación, dónde lo dejo sobre su cama y lo envolvió con sus brazos, con una sonrisa observó el bonito rostro de su pareja, ensanchando aún más su orgullo como alfa, pues no solo había conseguido al Omega más hermoso, si no también, estaba casado con él y ahora, estaban por formar su pequeña familia.

Sin darse cuenta cayó dormido, con una sensación cálida en su pecho.

..

q emoción gente🤧

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