𝗬𝗼𝘂𝗻𝗴 𝗢𝗿 𝗢𝗹𝗱𝗲𝗿 | 𝗝𝗲𝗻𝗟𝗶𝘀𝗮

18¦Ma chérie

Pov. Lalisa

La primera vez que la vi ella tenía dieciocho años. No era más que una niña, pero ella era mía como para protegerla de este jodido mundo.

Mía para mirar por ella.

Mía para matar por ella.

Ciertamente la primera vez que la había visto fue a través de un cristal en uno de los cuneros de aquel hospital. Tan pequeña y frágil que para ese entonces solo le había tomado el cariño de ser la hija de mis mejores amigos.

Sin embargo, cuando pasó el tiempo y una de mis misiones se había convertido en protegerla. Mi mundo comenzó a girar alrededor de ella.

Ver a una chica de diecisiete años con una mirada tan intensa y unos ojos acaramelados que me hicieron replantearme la idea de jamás casarme con una mujer. Su presencia ocasionaba miles de cosas que son difíciles al día de hoy de explicar.

Como si un objeto magnético te atrajera constantemente hacia su presencia.

Ella era magnética, carismática, eléctrica y todo el mundo lo sabía. Cuando ella entraba, la cabeza de todos los hombres se volvían, todos se levantaban para hablar con ella.

Era como esa híbrida, esa mezcla de una mujer a la que no podían contenerse.

Y yo caí en un pozo sin fin cuando la volví a ver después de años, en ese vestido verde que tal parecía haber adivinado mi gusto hacia él.

Y cuando supe que era el momento; se lo dije a su padre. Le dije que amaba a su hija a pesar de no tener una comunicación. Que la amaba a pesar de que tal vez no tendría oportunidad con una chiquilla como ella o que tal vez la amaba a pesar de que sus ojos estuvieran en alguien más.

Sin embargo, esa misma mezcla de magnetismo me hizo perder el control y comenzar a buscar de su atención. De cualquier manera, a cualquier momento y todos los días.

Llegó un punto en donde descubrí que no podía estar alejada de ella más tiempo de lo posible y aquella semana que estuve fuera lo comprobé.

La necesitaba como aire para respirar.

La primera vez que la tome lo había hecho con una necesidad inmensa que sentía que la vida se me estaba resolviendo aquella noche hasta lo sucedido con el anillo.

Si tan solo Jennie comprendiera la magnitud del cariño que le tuve a su madre, ni siquiera estuviera conmigo por respeto a la memoria de nuestra amistad.

Jane fue más que una simple amiga, fue la razón del porqué nunca desperdicie un segundo de mi vida después del ejército. Me había pedido personalmente que entrenará lo suficiente para que en un futuro yo fuera la encargada principal de la seguridad de ella y de Jennie. Petición que no pude cumplir en su totalidad.

Pero ahora Jennie estaba bajo mi protección.

━ ¿Qué piensas cariño? ━ su voz dulce cuestionándome la razón del porqué me había quedado mirando el plato recién colocado sobre la isla de la cocina me hizo salir de mi trance de pensamientos.

Relamí mis labios tomando la botella de vino de mi costado y negué con la cabeza ligeramente cuando tome las dos copas de vidrio.

━ Nada importante Jen.

El líquido cayó sobre el vacío de la copa en un sonido revoltoso ante el silencio que había. Hace menos de dos horas mi hermana se había marchado a su nueva casa y ahora la mansión era de Jennie y mía. Nosotras dos en un espacio tan grande era ruidoso.

Tome un pedazo de queso del plato y lo lleve a mi boca en silencio bajo la mirada de Jennie. No había estado normal desde hace un par de días, en especial cuando me veía cocinar o hacer algo para nada interesante desde mi punto de vista.