Enzo se había quedado bastante disgustado con lo que había escuchado salir de la boca de aquél chico castaño. Se había quedado pensando en ello durante el primer módulo completo, de vez en cuando se giraba a mirar a dicho compañero.
— Salgan al patio chicos, ya saben que no se pueden quedar acá. — dice la profesora tomando sus pertenencias y saliendo del curso.
Fernández sale junto a su grupo y juntos caminan por el colegio para mostrarle todo al azabache.
— ¿Te pasa algo, Enzurri? — le pregunta Leandro.
— Un chabón, del curso, dijo que ya le caía como el orto. — le cuenta frunciendo el ceño.
Realmente estaba molesto. Leandro rió viendo la cara de su amigo.
— ¿Desde cuando te importa a vos cómo le caes al resto? — le pregunta y Enzo mueve su cabeza pensando en lo que le dice.
— Tenés razón, Lean. Que la chupe. — asiente y sigue caminando con la banda mientras todos le roban galletitas a Nahuel.
Por su parte, Julián se encontraba sentado en una de las mesas de la cantina junto a todos sus amigos, exceptuando a Rodrigo que había ido a comprar un alfajor.
— ¿Opiniones de los nuevos? — pregunta Paulo agarrando el mate que le pasa Gonzalo.
— Ese Enzo me cae para el orto, a Ale ya lo conocíamos más o menos, y Exequiel no pincha ni corta. — tira Julián y todos ríen.
— Bue, ¿qué te pasó juli? Re tranqui te levantaste hoy. — dice Lisandro riendo.
— Y bueno, hay que ser honesto. — dice haciéndolos reír de nuevo.
— A mí Exe me cae bien, yo ya lo conocía porque jugábamos juntos. Ale bueno, ya sabemos, y Lucas me dijo que Enzo era buena onda. — dice Montiel alzando los hombros.
— Lucas esto, Lucas lo otro. — lo molesta Lisandro y Gonzalo chasquea la lengua.
— Nada que ver. — niega.
— Hola, volví. — dice Rodrigo sentándose junto a ellos mientras abre su alfajor.
A Gonzalo se le revuelve el estómago, no entiende como alguien puede consumir algo que no sea mate a esa hora de la mañana.
— Mirá, va entrando tu amigaso. — molesta Paulo a Julián.
— Uf, sí. — dice rodando los ojos.
Enzo cree que si vuelve a escuchar una sola palabra salir de la boca de Julián; lo mata. Decide tomar su teléfono y esperar a que Leandro compre entrando en Twitter. Decide tirarle un texto en dicha aplicación a su compañero y de forma instantánea le contesta Otamendi.
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— ¿Qué te pasa? — le pregunta Nicolás y Enzo niega tratando de restarle importancia, pero ya se la tenía jurada a Julián.
El timbre resuena en la cantina de la escuela y grupo de Álvarez se levanta saliendo de la misma, junto al grupo de Enzo.
