Mi espía favorita

" Una visita poco amistosa "

POV MORGAN

Había pasado ya una hora y media desde que se fueron y no teníamos noticias de ellas. Todo esto era muy estresante.

- Calama te Morgan, estarán bien- dijo mi hermana.

- Sofia y Rebeca son geniales en esto- aseguró Austin.

- Me están mareando con tanto paseo- dijo Maddi molesta.

- Estoy nerviosa- comfese sin dejar de moverme.

- Pues no lo estés- soltó ella.

- Anda, mira tu por donde, con eso ya se me ha pasado- dije sarcásticamente.

Segui mi camino por la sala. Ella estaba tranquila porque Austin no había ido, pero si lo hiciera ya te digo yo que estaba igual que yo o peor.
Cuando escuche la puerta principal abrirse salí corriendo. Rebeca y Sofia entraron sujetando a un hombre. Ambas tenían sangre en su ropa y me asuste porque no sabía si era de ellas.

- ¿Estas bien?- me acerque a ella.

- Si, todo bien- me miró- La sangre no es mia- suspiré aliviada.

- La mayor parte es de el y sus guardaespaldas- dijo Rebeca.

- Vamos- siguieron llevando al hombre que, creo que estába inconsciente, hasta el despacho de mi padre.

Nada más entrar ellos se giraron hacia el.

- Trae el alcohol- dijo Sofía hacia su tío.

El lo agarró, quito el tapón y lo acerco al hombre. Segundos después se comenzó a mover. Las dos le soltaron, haciendo que cayera al suelo.

- Imbe..ciles- susurro con dificultad.

- Nosotras que íbamos con toda la amabilidad del mundo y lo único que recibimos son a unos tíos apuntándose con una pistola- negó Rebeca- Eso es de ser muy mal anfitrión-

- ¿Pero ahora vas a hablar verdad?- Sofia se agachó y le miró.

- Vete...a..la..mier..da- él la escupió.

Se limpio la cara con su mano y a continuación de pego un puñetazo. El suelo se lleno de un poco de sangre.

Rebeca agarró una silla, Sofia le levantó y le sentó con fuerza. Se notaba que estaba molesta.

- ¿Por qué me diste aquel pendrive si sabías lo que venia?- pregunto mi padre.

Él solo sonrió y alzó sus hombros.

- Responde- dijo Charlie.

- Esto no es nada- rio- No pienso decir nada, no podéis matarme- dijo confiado.

- Pero si torturarte- dijo Rebeca- Y déjame decirte que la última persona a la que toturamos salió sin dedos de aqui-

El volvió a reír, como si aquello fuera un chiste y eso pareció mosquear más a mi padre y a Sofía, los cuales le miraban con una mirada asesina.

- No pienso decir nada- solto- Podéis hacerme lo que querías- miró a mi padre.

Charlie y Sofia compartieron miradas, el asintió y ella se puso delante del hombre.

- Rebeca, ata le- ella asintió y fue a por unas cuerdas.

Minutos después volvió, el no opuso resistencia, tampoco tenía fuerza como para hacerlo. Acaco atado a la silla, su sonrisa seguía en su rostro.

- Aprovecha a sonreír todo lo que quieras- dijo Sofía.

- Esque tu patético intento de intimidación me parece gracioso- rio.