you & i ⤷ l.s (omegaverse)

3.

─"¿Viste al omega que acaba de salir? -Adrien jaló a su primo al ver que al salir de la iglesia la gente comenzaba a dispersarse.

─Sí, era muy hermoso.

─¿Hermoso? ¿Estás ciego Bruce?... estaba delicioso ¿acaso no le viste las piernas? Y ni hablar de su... -alzó las cejas de arriba a abajo mientras sonreía para luego acariciar su labio inferior recordando los gruesos muslos que podían apreciarse en aquella tela negra y las respingadas mejillas que relucian en su espalda baja.

─Creo que no fuiste el único que lo observó con detalle... tu primo Harry también no le quitaba la mirada de encima hasta que se perdió de vista.

─¿Y? Todos sabemos que Harry jamás podrá complacer a un omega como se debe, jamás será un alfa completo. -rió con descaro. ─Eso dejamelo a mí que siempre sabré cómo tratar a un omega. -palmeó la espalda de Bruce.

─A veces me pregunto si dejaras tu vida de mujeriego imparable algún día... y más ahora que tu relación con Jenn va más enserio.

─Pues sigue pensándolo primito, porque eso nunca va a suceder".

Ambos solo sonrieron.

-ˏˋ ♡ ˎˊ-

─Me gustaría que se quedaran todos unos días más. Quisiera que pasaramos unos dias más juntos como la familia unida que somos. -Lucia dijo a toda su familia que se encontraba reunida almorzando en el comedor principal de la hacienda. ─A Andrew le hubiera gustado. -dijo con tristeza agachando la cabeza y obligándose a no volver a llorar.

Apenas pasaba un día de la muerte de Andrew y por fortuna la familia aún estaba reunida en la hacienda

Aunque no por mucho...

─Lo siento mamá. -habló Bruno, el segundo de su único par de hijos. ─Yo tengo que volver cuanto antes a New York. Ahora que papá ya no está con nosotros debo de ser más responsable con la empresa, no puedo abandonarla por tanto tiempo. Nuestro patrimonio debe seguir en pie y ahora más fuerte que nunca.

─Sí... lo entiendo. -respondió con pesar.

─Yo tampoco puedo quedarme abue. Tengo que volver a Londres, tengo varios trabajos pendientes que entregar en la universidad. -habló Marianne, la hermana menor de Harry. ─Ya casi voy a terminar mi...

─Marianne. -interrumpió Edward, su padre. ─No creo que por unos días más vaya a perjudicar en tus estudios. Eres una excelente alumna, además me comentaste que pediste permiso.

─Si papá pero...

─Por favor hija.

─Mamá. -intento pedir apoyo a Félix, su madre.

─Cachorra por favor. Tú padre tiene razón. -Felix habló con ese tono el cual solo una madre sabe dar.

Félix era un hermoso omega, madre de su más grande adoración... sus tres cachorros; Harry, Marianne y Daniella. Su complexión era alta y delgada, ojos de una singular y hermosa mezcla entre miel y verde, piel morena clara y cabellos negros como la más oscura de las noches adornados por un mechón de canas blancas en uno de los costados. El omega era sumamente adorado y amado por su esposo y cachorros, cuando Félix ordenaba algo, eso sin lugar a dudas se hacía, aunque claro no era una mandon autoritario por completo, cuando se trataba de sus cachorros era el omega más protector, comprensivo y amoroso del mundo.